Magia artesanal
Vacheron Constantin muestra su erudición relojera con estas piezas únicas de Les Cabinotiers, su colección más exclusiva.
Un vistazo a lo que es capaz de producir Les Cabinotiers, el departamento de Vacheron Constantin, de donde surgen las más insólitas piezas de alta relojería de la firma. Cinco relojes de la colección Mécaniques Sauvages, cuya temática son animales salvajes en sus esferas, decoradas con técnicas de destreza insospechada.
Del Departamento de Les Cabinotiers de Vacheron Constantin surgió, en 2015, el reloj de bolsillo más complicado de la historia. La portentosa Referencia 57260 tiene 57 funciones, mide 98 milímetros de diámetro y pesa 957 gramos. Tomó ocho años desarrollar este pedido de un coleccionista cuya identidad permanece en secreto, y quien pagó más de 10 millones de dólares por la pieza, que incluye exquisiteces como calendario hebreo, calendario astronómico y alarma.
Les Cabinotiers eran los relojeros eruditos que, en el siglo XVIII, creaban guardatiempos de una complejidad y una belleza superlativas. Trabajaban en talleres llamados cabinets, en los áticos de los edificios de Ginebra, Suiza, para aprovechar mejor la luz del día. Vacheron Constantin, la manufactura con actividad ininterrumpida más antigua —fue fundada en 1755—, decidió bautizar así el atelier donde nacen sus guardatiempos más especiales.
“Las piezas bespoke o hechas por encargo ya existían en el pasado, y hay ejemplos interesantes de grandes coleccionistas que nos pedían relojes muy complicados”, dice Christian Selmoni, director de Estilo y Patrimonio de la casa. “Esta tradición se había perdido en los últimos 30 años, pero la estamos recuperando con el departamento de Les Cabinotiers”. Ahí elaboran dos tipos de productos. Por un lado, los guardatiempos tailor-made para clientes que saben exactamente lo que quieren y le piden a Vacheron Constantin que haga realidad el reloj de sus sueños. Por otro, piezas únicas que demuestran su dominio tanto de la mecánica como de las artes decorativas.
Este último es el caso de los relojes que presentamos en estas páginas y que forman parte de la colección Mécaniques Sauvages. Los artesanos de la firma decoraron las esferas con animales salvajes, mediante técnicas que han pasado de generación en generación. En el guardatiempo Les Cabinotiers Tigre Majestuoso (pág. opuesta) usaron el grabado en bajorrelieve, que consiste en esculpir una figura
de oro y después grabarla para generar contraste y los detalles del felino. Para crear la floresta, un especialista cortó a mano 130 piezas de varias clases de madera, con diferentes tamaños, formas y tonalidades. Este oficio es conocido como marquetería de madera.
Los otros cuatro relojes están decorados con esmalte grisaille, técnica que ganó fama en la ciudad francesa de Limoges en los siglos XVI y XVII. Primero, la esfera se cubre con esmalte negro y se mete en un horno a temperaturas muy elevadas. Luego, el experto pinta los animales con esmalte blanco y una aguja o un pincel, y calienta la esfera varias veces más para crear la paleta de tonos blancos y grises. “Es un proceso de un nivel artesanal muy alto. Parecen fotos hiperrealistas, tienen un aspecto muy moderno. Para mí son los mejores ejemplos de esmalte grisaille”, asegura Selmoni, quien tiene una larga trayectoria en la marca.
Muchos de los guardatiempos que se hacen en este taller de Vacheron Constantin incluyen las complicaciones más importantes de la alta relojería, como tourbillon, repetición de minutos o calendario perpetuo, entre otras. “En Les Cabinotiers hay mucha libertad para diseñar y desarrollar las piezas, no se tienen que seguir reglas estrictas como en las otras colecciones. Esto nos permite mostrar la diversidad de nuestra expresión relojera. Queremos ofrecer creaciones exclusivas que sean diferentes unas de otras para respetar ese espíritu de unicidad. También es una forma de implementar nuevas soluciones técnicas y de concebir nuevos mecanismos, funciona como un laboratorio”, explica Selmoni.
Para él, la relevancia en ascenso de Les Cabinotiers se inscribe en una de las tendencias en boga en la cima de la pirámide del lujo. “En el segmento más high end del mercado hay una cliente la que busca las uper exclusividad, es decir, productos excepcional ese incomparables. Les importa mucho el valor artesanal de lo que compran. Les Cabinotiers apunta en esta dirección en el campo de la relojería”.
“Los animales son símbolo de fuerza, poder e inteligencia. El simbolismo es muy importante cuando haces piezas únicas como las de Les Cabinotiers”.