REBELDÍA DE PELÍCULA
Easy Rider, filme que marcó el inicio del Nuevo Hollywood, cumple 50 años. Fernanda Solórzano explica por qué aún es relevante.
“Representa la veta del cine que me interesa: la libertad de romper las reglas de la industria y regresarle el control creativo a los directores. Conectó porque en los años 60 había un abismo entre lo que pasaba en la sociedad estadounidense y su cine. Esa década fue marcada por la revolución hippie, la sexual, la lucha por los derechos civiles… pero los filmes que se hacían tenían una visión ingenua, en la que no había drogas. Easy Rider, con Peter Fonda, Dennis Hopper (quien la dirigió) y Jack Nicholson, es un retrato aún relevante de un país polarizado, con un malestar general: la sociedad sentía una decepción enorme por creer que se lograron avances, pero no. Es lo mismo que sucede ahora. Hay tanta honestidad en ella que cómo no quedar seducido. Abrió la puerta para una nueva generación de directores que pensaban: ‘Yo hago este cine y, si no me apoyan, igual lo voy a hacer’. Easy Rider dejó claro que uno va al cine para verse reflejado de alguna manera”.