EL MILAGRO DEL CAMP NOU
Manchester United logró, hace dos décadas, una de las remontadas más históricas.
El verbo remontar tiene más de una decena de definiciones según la Real Academia Española. La primera es “superar un obstáculo o dificultad”, pero esta se queda corta para describir la hazaña del Manchester United frente al Bayern Munich en la final de la Liga de Campeones de la UEFA de 1999. Cuando el balón rodó en el Camp Nou, el 26 de mayo de hace dos décadas, los Diablos Rojos ya estaban en desventaja porque tenían que enfrentar a los alemanes sin dos de sus pilares, Paul Scholes y Roy Keane. El panorama empeoró para el equipo inglés —que no ganaba esta copa desde 1968— cuando, al minuto cinco, Mario Basler anotó un gol de tiro libre. Dos fueron las veces que los teutones estrellaron el balón en el travesaño, en el segundo tiempo; dos, los cambios que hizo Sir Alex Ferguson. Nunca un director ha pesado tanto en la final de este torneo, pues ambos suplentes, Teddy Sheringham y Ole Gunnar Solskjaer, anotaron los goles con los que remontaron el marcador, en los minutos 91 y 93 de compensación. Para describir de manera precisa esta voltereta, que fue bautizada como “el milagro del Camp Nou”, no hay más opción que recurrir a la quinta acepción de este verbo (“encumbrar, sublimar”) y, sobre todo, a la novena (“elevar en el aire una cometa”). Solo estas le hacen justicia poética.