SUV de gran clase
Exploramos Utah a bordo del nuevo e imponente SUV GLS de Mercedes-Benz.
GLS de Mercedes-Benz.
Los escenarios se pintaban solos para probar una SUV: desde un árido desierto hasta un paisaje montañoso que aún guardaba nieve entre sus bosques. La marca trazó distintas rutas alrededor de Salt Lake City —a elección de cada conductor—, con el objetivo de probar todas las cualidades de este vehículo, la Clase S de las SUV: desde confort, potencia y conducción, hasta las prestaciones off-road.
La consigna de Mercedes-Benz es que GLS sea la referencia en cuanto a lujo y tecnología en el segmento. La primera impresión es que van por el camino correcto. Con 5.21 metros de largo es, por ahora, la SUV de mayor tamaño de la firma alemana, lo que le permite tener tres filas de asientos y una capacidad para seis o siete pasajeros, según la configuración de sus asientos: banca completa o tipo capitán.
La grandeza se aprecia desde la parte frontal, que se renueva e incorpora una parrilla de gran tamaño con detalles en tono aluminio que le dan una apariencia estética y moderna, un estilo muy apegado a los nuevos modelos de Mercedes-Benz. Las protagonistas del habitáculo son las dos pantallas, de 11.6 pulgadas cada una, integradas al tablero de forma orgánica, con acabados y materiales similares al del buque insignia, el Clase S.
En el apartado mecánico hay dos puntos destacados. Un motor eléctrico denominado Mild Hybrid, que en términos correctos es un “EQ BOOST”, un pequeño motor de 48 voltios que entrega 27 hp extra. Y en los terrenos difíciles brilla en todo su esplendor su E-Active Body Control, el sistema de suspensión que absorbe todas la irregularidades en el camino y permite ir a bordo del GLS con la mayor comodidad aun en un desierto agreste.