Anatomía
La historia y evolución de la gabardina, una prenda unisex elemental en cualquier armario.
El trench coat.
En sus inicios
La primera versión de la gabardina llegó a principios de la década de 1820, cuando el químico e inventor escocés Charles Macintosh y Thomas Hancock, fundador de la industria británica del caucho, crearon the mack, una pieza de algodón engomado repelente al agua.
Dos creadores
Con la evolución tecnológica de las fibras, la prenda se volvió más fresca, transpirable y repelía mejor el agua. En 1853, John Emary, sastre de Mayfair, Londres, desarrolló un impermeable con el nombre de su empresa: Aquascutum. Después, en 1879, Thomas Burberry, de Hampshire, dueño de una compañía de telas que fundó bajo su nombre, concibió la tela de “gabardina” –y la prenda del mismo nombre– al impermeabilizar cada hilo de algodón de forma individual.
Funciones militares
Durante la Primera Guerra Mundial, las charreteras indicaban los rangos militares. Tenían doble botonadura, cinturón y puños ajustables. El canesú, la capa extra sobre los hombros y espalda, permitía que el agua de lluvia se deslizara. Los cuellos con botones servían para protegerse de gases venenosos. Los forros eran cálidos y removibles, e incluso podían utilizarse como pijama. Todas fueron diseñadas en color caqui para camuflaje.
Expansión de horizontes
En los años 40, la prenda rebasó su carácter militar y Hollywood la hizo suya. Casas de moda de lujo como Dior, Saint Laurent y Dolce & Gabbana, entre otras, la incluyeron en sus colecciones.