VICTORIA ALEMANA
Entre las joyas que se vieron en Goodwood este año, Porsche se llevó las palmas.
La propiedad que pertenece a Charles Henry Gordon-Lennox, XI Duque de Richmond y un verdadero entusiasta del deporte motor, es perfecta para el Goodwood Festival of Speed, que fundó en 1993. Cincuenta kilómetros cuadrados son suficiente terreno para lucir una pista de 1.86 kilómetros –la famosa colina de Goodwood– y rodearla de espacios de exhibición con los coches más espectaculares, pabellones de las mejores marcas con experiencias de manejo incluidas, zonas de drift y off-road, áreas de comida y un tianguis con todo tipo de objetos coleccionables, desde autos miniatura hasta ropa y arte. Literalmente, es un día de campo para los entusiastas del automovilismo.
El evento incluso atrae a firmas de lujo de otras industrias. Montblanc, por ejemplo, presentó un espacio donde la gente podía subirse a un simulador y en el que era posible adquirir varios productos de sus líneas más deportivas, como la colección de relojes TimeWalker, vinculada al mundo de los autos. Otro caso es el del Cartier Style et Luxe Lawn, donde los coches más bellos se exhiben en condiciones excepcionales.
En el tema motor, el corazón de esta fiesta de velocidad, Porsche fue la firma que dio más de qué hablar al incluir, por primera vez, un deportivo eléctrico en su line-up de modelos que circularon por la legendaria cuesta de Goodwood. El Porsche Taycan, decorado con un gráfico de la Union Jack en el techo, tuvo al ex piloto de Fórmula 1 Mark Webber al volante. “La potencia que proporciona el Taycan es alucinante”, aseguró. “He participado en este evento con un Porsche 911 GT2 RS, por lo que ya sabía que todo se reduce a potencia y tracción. Pero incluso para un piloto como yo, es increíble cómo acelera el Taycan
desde cero y en la salida de las curvas, a pesar de que todavía es un prototipo”.
El momento más prestigioso del festival es el Sunday Shoot-out, cuando compiten los pilotos con los mejores tiempos del fin de semana. Entre los eventos programados, los asistentes pueden disfrutar de lugares como el Café Le Mans, montado por Porsche, con un menú que sería la envidia de cualquier restaurante parisino. “La velocidad, la apertura, la autenticidad y el tipo de gente que viene –hay hijos, abuelos, papás, mamás…– convierten a Goodwood en el mejor evento del mundo. No sé cuál sea el segundo, pero está muy, muy lejos”, afirmó Webber. Los boletos para 2020 salen a la venta en noviembre, pero ojo, se agotan rápido. Más información en goodwood.com.
“GOODWOOD ES EL MEJOR EVENTO DEL MUNDO. NO SÉ CUÁL SEA EL SEGUNDO, PERO ESTÁ MUY LEJOS”. –MARK WEBBER