Hacer justicia a un legado
A través de una colección inspirada en obras del escultor Alberto Pérez Soria, Ariel Rojo salda una deuda histórica.
través de una colección inspirada en obras del escultor Alberto Pérez Soria, Ariel Rojo salda una deuda histórica.
A
“En algunos parques de la Ciudad de México, en el área de juegos infantiles, pueden verse hasta el día de hoy las piezas de concreto con formas de animales —gorilas, osos y rinocerontes, entre otras— que diseñó el escultor Alberto Pérez Soria durante las décadas de 1960 y 1970. Lo curioso de la historia es que, hace tiempo, conocí a su hijo y me comentó que cuando Pérez Soria entregó los modelos de estas piezas de mobiliario urbano a las autoridades del Departamento del Distrito Federal no llegaron a un acuerdo económico, pero, aun así, las reprodujeron sin su autorización e instalaron en espacios públicos de toda la ciudad. Sus creaciones fueron la base sobre la cual en mi estudio creamos una línea de animales de concreto que rinden homenaje a su obra. En la actualidad, por cada pieza que vendemos, su viuda recibe, por primera vez, regalías por el trabajo de su esposo”.