LA RED QUE TODOS ESPERAMOS La llegada de la red 5G a México es inminente. Exploramos sus posibilidades.
En abril de este año se hizo oficial que Telmex cedía a Telcel sus concesiones sobre la banda de 3.5 GHz para el despliegue de redes 5G en los mercados mexicanos. Con el visto bueno del Instituto Federal de Telecomunicaciones, todo indica que la primera red de este tipo en México podría comenzar a operar antes de que termine 2020, y si bien el escenario de incertidumbre que generó la pandemia de Covid-19 plantea el posible retraso de esa fecha, lo más seguro es que la tan esperada quinta generación de telecomunicaciones de telefonía inalámbrica comience a operar en nuestro país en cuestión de meses.
Hasta el momento, en el mundo hay 70 de ellas en operación y estimaciones de empresas del sector tecnológico como Ericsson señalan que 65% de la población tendrá acceso a una red 5G hacia 2025. Con la intención de explorar algunas de las muchas posibilidades que estas nuevas tecnologías pondrán al alcance de los usuarios entrevistamos a Ricardo Anaya, director de marketing de producto para México de Qualcomm Technologies, Inc., una de las empresas líderes de la revolución móvil en el mundo.
Partiendo de un repaso por la evolución de las redes de telefonía inalámbrica, Anaya hace énfasis en el boom de empresas de alto valor que están incursionando en el terreno de la tecnología. Los relojes inteligentes conectados de marcas de lujo como Louis Vuitton, TAG Heuer, Montblanc y Hublot –todos, por cierto, con procesadores de Qualcomm– son solo una muestra de cómo “la tecnología, en estos tiempos, es parte esencial de nuestras vidas para poder seguir con nuestras actividades”, según el entrevistado.
Pero una vez que estas nuevas redes sean totalmente operativas, lo más seguro es que el mundo como lo conocemos viva una nueva revolución que vuelva realidad escenarios de filmes de ciencia ficción como Inteligencia artificial o WALL·E.
“La 5G es el siguiente paso en la evolución de la red”, asegura Anaya, antes de profundizar en los tres pilares sobre los cuales se han desarro
llado los principios operativos de esta red. “El primero es que ofrecerá más datos (10 veces más de lo que brinda una red 4G). El segundo pilar se llama misión crítica y se refiere a la latencia de la transmisión de datos, es decir, el tiempo en el que viajan los datos de un lado a otro. El objetivo de la latencia es de un milisegundo. Para ponerlo en referencia, nuestro cuerpo reacciona a una velocidad de entre 100 y 200 milisegundos. El tercer pilar es la conexión masiva de dispositivos. La red 5G soportará un millón de conexiones por kilómetro cuadrado”, explica.
Sin embargo, más allá de una conexión más veloz a internet desde nuestros teléfonos celulares, sus verdaderos alcances se notarán en campos como los de los vehículos autónomos, la telemedicina, la robótica, la inteligencia artificial, la ingeniería de alimentos y el entretenimiento, entre muchos otros. También será gracias a ellas que el internet de las cosas y las casas inteligentes vayan, poco a poco, volviéndose una realidad palpable.
“En el caso de la telemedicina, de una operación que se está realizando de manera remota, los médicos manejarán robots a distancia, por lo que el tiempo de respuesta debe ser muy rápido y es necesaria una red que ofrezca eso. Los vehículos autónomos también requieren de una red que responda muy rápido para saber si lo que está en la carretera es un árbol o un niño. Como podrás darte cuenta, son cuestiones de seguridad”, asegura Anaya.
Por otra parte, no considera realista que dispositivos móviles como los teléfonos celulares puedan volverse autónomos dada la enorme capacidad de procesamiento que esto requiere. Sin embargo, esos artefactos irán aprendiendo y facilitando muchas tareas a sus usuarios. Una vez que se tengan conexiones más rápidas, la realidad virtual será la siguiente gran plataforma de desarrollo en el campo del entretenimiento y la educación, explica.
Y sí, también tendremos electrodomésticos que nos hagan la lista de compras para nuestra siguiente visita al supermercado o que puedan cocinar a la perfección nuestros alimentos a partir de la información que capturen sus cámaras y contengan los empaques. Por lo visto, que el futuro nos alcance depende de que podamos conectarnos a una red 5G.