El ultraderechista Jair Bolsonaro gana las elecciones en Brasil. El autoritarismo y diatribas homófobas y misóginas ponen en peligro el Amazonas/
Jair Bolsonaro, de 63 años y nostálgico de la dictadura militar, deja claro desde que empieza su campaña que, con él, se inicia una nueva era en Brasil.
El 29 de octubre, el ultraderechista se convierte en el Presidente electo, después de derrotar en la segunda vuelta a Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT) y sucesor del ex Presidente Luiz Inácio Lula de Silva.
Con su victoria, concluye una campaña marcada por la tensión, la desinformación en las redes sociales y, sobre todo, por las actitudes antidemocráticas de Bolsonaro.
Sus amenazas de autoritarismo y diatribas homófobas y misóginas, además de sus iniciativas en contra del medioambiente que ponen en peligro el Amazonas, llevan al mayor país de América Latina a la incertidumbre y refuerzan el auge de la ultraderecha.
“Todos juntos vamos a cambiar el destino de Brasil. No podemos seguir coqueteando con el socialismo, con el comunismo, el populismo o el extremismo de izquierda”, afirma Bolsonaro tras convertirse en ganador de los comicios.
Su primera acción tras ser electo no está exenta de polémica y, además de afirmar que busca nombrar a miembros del Ejército dentro de su equipo y la poca representación femenina en el Gabinete, el líder del Partido Social Liberal (PSL) nombra a Sergio Moro, el juez más famoso de Brasil, como Ministro de Justicia.
Instructor de las mayores investigaciones del caso Lava Jato, y del encarcelamiento de Lula, acepta el puesto a pesar de haber señalado previamente que era un hombre sin partido y sin ideología.
Sin embargo, gobernar no le resultará tan fácil al ultraderechista.
Además de una economía renqueante, tendrá que afrontar un Congreso indomable de 30 partidos encabezados por el grupo del PT, con 57 diputados.