Una consulta cuestionada por su opacidad y mala organización, sepulta el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
Una consulta cuestionada por su opacidad y mala organización, sepulta el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
El Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, califica la obra como “faraónica” y uno de sus postulados de campaña es que de ganar las elecciones presidenciales cancelará la obra para reactivar un viejo proyecto que incluya la modernización del actual aeropuerto, la reactivación del de Toluca y construir dos pistas en la base militar aérea de Santa Lucía, Estado de México.
Los resultados de la consulta, hecha por la Fundación Rosenblueth, arroja una votación de un millón 69 mil 870 personas, de las cuales 69.9 por ciento favorece la opción de Santa Lucía frente apenas 29.1 por ciento que lo hace por Texcoco.
López Obrador asegura un día después, en rueda de prensa, que el nuevo Gobierno respetará los resultados y que no habría efectos económicos, por lo que la emblemática obra del sexenio de Peña Nieto, queda cancelada.
EL PESO DE PICADA
Un día después, los mercados financieros viven un ‘lunes negro’. El peso es vapuleado y el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se desploma 4.20 por ciento. La divisa estadounidense se dispara hasta 20.35 pesos al menudeo, al ganar 70 centavos frente a su cotización del viernes anterior en ventanillas bancarias.
Antes de ese nivel, el peor día que tiene el peso es el 9 de noviembre de 2016, luego del triunfo de Donald Trump en la elección presidencial de Estados Unidos
Bank Of America Merrill Lynch, alerta que la cancelación del proyecto elevaría la incertidumbre, reduciría la inversión y crearía volatilidad en los mercados.
Para la cúpula empresarial cancelar el NAIM envía un mensaje grave de incertidumbre a los inversionistas, dice Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Ese organismo calcula que la cancelación tendrá un costo de entre 120 mil y 140 mil millones de pesos, además de que se perderán 46 mil empleos.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), encargado de la construcción, asegura que la obra lleva ya un 30 por ciento de avance.