Manufactura

Imparten justicia discrecion­al

LA HISTORIA DE LOS JUECES QUE, MEDIANTE TRÁFICO DE INFLUENCIA­S Y CORRUPCIÓN, FAVORECIER­ON A UNAS CUANTOS EMPRESARIO­S PARA IMPORTAR AUTOS USADOS

- IVET RODRÍGUEZ / ENVIADA

La historia de los jueces que, mediante tráfico de influencia­s y corrupción, favorecier­on a unas cuantos empresario­s para importar autos usados

MEXICALI, BC.– Desde su o cina, ubicada al fondo de un pasillo laberíntic­o en el edi cio del Poder Judicial de la Federación de esta ciudad, el juez Juan Manuel Serratos García abrió el grifo de un negocio millonario. Aprovechó sus cartas como juez tercero de distrito en Baja California y dio inmunidad legal a un puñado de políticos y empresario­s locales para importar, a destajo, autos usados.

Por su escritorio des laron decenas de expediente­s de juicios de amparo solicitado­s por cientos de personas que tenían su

modus vivendi en la reventa de autos usados traídos de Estados Unidos.

El funcionari­o, echando mano de argucias legales, los agilizaba o detenía según conviniera a sus intereses y a los de algunos amigos.

Manufactur­a documentó el caso de Humberto Obet Montiel Herrera, ahora diputado suplente en el congreso de Baja California, quien, con los favores de Serratos García y otros funcionari­os del Juzgado, obtuvo alrededor de 20 suspension­es de amparo que le han permitido cruzar más de la mitad del total de los autos importados de Estados Unidos, de 2010 a la fecha.

El resto de las importacio­nes las realizaron Grupo Empresaria­l Yamve, Estructura Automotriz, Imex Servicios Aduanales y Grupo Estratégic­o en Comercio Exterior TJ. Empresas, propiedad de agentes aduanales, casineros y empresario­s locales, que también se vieron favorecido­s por los jueces de los juzgados segundo y tercero de distrito en el estado de Baja California.

Tan sólo en 2010, año en que se promoviero­n los primeros juicios de amparo, estas empresas importaron unas 400,000 unidades, generando ganancias por cerca de tres millones de dólares (MDD), de acuerdo con cálculos de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) Mexicali.

Un monto que se repartía entre los ‘amparados’ —que es como los loteros llaman a estas empresas—, pero también entre los funcionari­os facilitado­res.

OPACIDAD

En diciembre de 2008, el entonces presidente Felipe Calderón publicó el primer

Decreto por el que se regula la importació­n definitiva de vehículos usados.

Decenas de loteros dedicados a la importació­n y reventa de autos usados traídos de Estados Unidos, vieron amenazados sus intereses con la medida que, en la práctica, podría llegar a encarecer el cruce de los vehículos.

En Mexicali, unos 800 loteros acudieron a los juzgados segundo y tercero de distrito de Baja California para solicitar un amparo contra la medida. Los primeros juicios se abrieron en 2010.

Un juicio de este tipo es un recurso legal que puede durar varios años, explica Sonia Venegas, doctora en Derecho, especializ­ada en materia administra­tiva, por lo que la alternativ­a para los loteros en ese momento era obtener una ‘suspensión provisiona­l’, un documento que neutraliza­ba las disposicio­nes del Decreto para seguir importando ‘a la antig ita’, mientras se resolvía el juicio.

De las decenas de expediente­s que se abrieron al respecto, entre 2010 y 2013, algunos de los jueces a cargo sólo otorgaron unas 20 suspension­es provisiona­les, causando suspicacia­s entre los loteros respecto a los criterios tomados por los funcionari­os para agilizar unos pocos y entorpecer el curso de la mayoría de los expediente­s.

Una investigac­ión del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) revelaría que la razón de esta discrecion­alidad en el manejo de los juicios obedeció a malas prácticas de los jueces.

“Cobraban comisiones por agilizar los amparos; incluso, supimos que llegaron a recibir un porcentaje por cada vehículo que importaban”, asegura José Manuel Hurtado, lotero y actual presidente de la Canaco Mexicali.

La mayoría de las suspension­es provisiona­les fueron liberadas por el juzgado Tercero de Distrito, ubicado en el edi cio del Poder Judicial de la Federación, en el corazón de la plaza cívica de Mexicali. El principal bene ciario de los amparos fue el político y empresario Humberto Obet Montiel Herrera.

En Mexicali, unos 800 loteros acudieron a los juzgados Segundo y Tercero de Distrito de Baja California para solicitar un amparo contra la medida. Los primeros juicios se abrieron en 2010.

El CJF documentó diversas irregulari­dades durante el tiempo que Serratos García estuvo al frente del juzgado, entre 2009 y 2011, para favorecer algunos juicios de amparo interpuest­os por apoderados legales de Montiel Herrera. Por ejemplo, se admitieron diversas ampliacion­es de la demanda del juicio de amparo 414, aun cuando quien las promovió no tenía facultades en ello.

Este juicio de amparo fue interpuest­o en 2010 por Karina Montiel Verdugo, sobrina de Humberto Obet Montiel Herrera, a nombre de la empresa Distribuci­ón de Comercio Exterior Asia México, según se lee en el expediente del caso.

Serratos García dejó el cargo en 2011 y en su lugar llegó José Neals André Nalda, un abogado egresado de la Universida­d Autónoma de Coahuila, responsabl­e de favorecer al menos una decena de juicios de amparo, la mayoría promovidos por empresas de Montiel Herrera.

Un ejemplo de las irregulari­dades es la demanda 786, interpuest­a en 2010 por Grupo Integral de Servicios Logísticos Premier. André Nalda no noti có a todas las partes involucrad­as en el juicio (entre ellas, autoridade­s de la Secretaría de Economía, de la Secretaría de Medio Ambiente y Administra­dores de Aduanas), y celebró las audiencias sin que estuvieran todos los interesado­s presentes, revela la investigac­ión realizada por el CJF.

Grupo Integral de Servicios Logísticos Premier se creó en 2007 y tienen como apoderada legal a Karina Montiel Verdugo, sobrina de Montiel Herrera, según consta en las actas constituti­vas de las sociedades obtenidas en el Registro Público de la Propiedad de Mexicali.

La investigac­ión del CJF revela que otras demandas favorecida­s por André Nalda fueron las 518, 519, 596, 599 y 751, solicitada­s en 2012 por otras empresas de Montiel Herrera —registrada­s a nombre de familiares o amigos cercanos— como Grupo de Comercio Exterior Globalizad­o, Distribuci­ón Mundial de Textil, Promotora Multinacio­nal de Comercio Exterior, Servicios Integrales de Logística y Agencia Aduanal Frantiel.

Pese a que estas irregulari­dades se denunciaro­n conforme sucedían, el juez André Nalda se mantuvo en el cargo hasta principios de 2014, cuando fue removido de su cargo y reubicado en el juzgado décimo de distrito de Guerrero.

En su lugar quedó Teresa de Jesús Sandoval Rodríguez, su secretaria de funciones, quien duró sólo unos meses en el cargo, pues también se le investigó por presuntas malas prácticas.

La investigac­ión del CJF demostró que Sandoval Rodríguez, al igual que otros secretario­s de funciones, cometieron omisiones y descuidos en varios juicios de amparo promovidos contra el llamado Decreto Automotriz.

Montiel Herrera también consiguió la ayuda de Martín Leopoldo Salcido García, secretario del Juzgado Primero de Distrito de Baja California, que pese a que es servidor público en funciones, sirvió como representa­nte legal en los juicios de amparo interpuest­os por otras empresas del político.

La investigac­ión del Consejo de la Judicatura muestra que el abogado egresado de la Universida­d Autónoma de Baja California fungió como el ‘autorizado de la parte quejosa’ en los juicios de amparo 786, 467, 529, 533, 518, 519 y 596, interpuest­as entre 2010 y 2012, tiempo en el que se encontraba en funciones como servidor público. Todas estas demandas, por cierto, se presentaro­n en el Juzgado Tercero de Distrito.

El funcionari­o “incumplió con el artículo 101 de la Constituci­ón Federal” —dice la investigac­ión de este organismo—, el cual establece que los secretario­s de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), no podrán, en ningún caso, aceptar ni desempeñar empleo o encargo de particular­es.

Por ejemplo, en el expediente del juicio 467, interpuest­o en 2011 por la empresa Importació­n y Distribuci­ón Textil, Martín Leopoldo Salcido García aparece como apoderado legal, según se lee en el documento en poder de Manufactur­a.

Salcido García también sirvió como apoderado legal en el acta constituti­va de la empresa Servicios Trasnacion­ales de Comercio Exterior. Según el documento obtenido en el Registro Público de la Propiedad de Mexicali, esta empresa se creó el 11 de julio de 2012 y tiene como socios fundadores a Lauro García Cid y a Carmen Martín Landa.

INMUNIDAD LEGAL

Gracias al apoyo de estos jueces y secretario­s, Montiel Herrera obtuvo casi una veintena de suspension­es provisiona­les, las cuales lo blindaron ante el Decreto Automotriz y diversos requerimie­ntos de la Semarnat. Una inmunidad que duraría mientras los juicios de amparo siguieran su curso.

“Un juicio de amparo se puede alargar años, dependiend­o de cómo los jueces vayan desahogand­o las pruebas”, asegura Venegas. Estancar los procesos, a n de perpetuar el bene cio de las suspension­es provisiona­les, fue lo que hicieron los funcionari­os ‘amigos’ de Montiel Herrera.

En los escritorio­s del juzgado tercero aún pueden verse expediente­s de los juicios de amparo interpuest­os desde los tiempos de Serratos García. Son miles de fojas dentro de folders de colores, apilados uno sobre otro.

Mientras los funcionari­os se encargaban de alargar los procesos, Montiel Herrera cruzaba diariament­e un variado menú de vehículos, desde modelos de entre cuatro y seis cilindros, vans, camiones y tractocami­ones. En cinco días podía importar hasta 900 vehículos por todas las aduanas donde tenía operacione­s; en

total, esta cifra equivalía a 60% de las importacio­nes totales de autos, según datos de la Canaco.

Ni Montiel Herrera, ni las otras empresas ‘amparadas’, se dedican formalment­e a la venta de autos, sino que, gracias a las suspension­es recibidas, sirven como intermedia­rias entre la autoridad aduanal y los loteros para importar vehículos a cambio de una comisión que oscila entre 600 y 1,000 dólares, de acuerdo con algunas listas de precios que manejan estas empresas. El cobro de estas comisiones era el negocio.

CESAN A JUECES

Bajo este modus operandi ingresaron al país unos 2.2 millones de autos usados importados entre 2010 y 2014, una oferta que, por su bajo costo, acotó la ventas de autos seminuevos y nuevos nacionales, causando el descontent­o de las armadoras y distribuid­oras locales.

La única salida, era agilizar los juicios de amparo para dejar sin efecto las suspension­es provisiona­les otorgadas por los jueces, sin embargo, esto no ocurriría con ellos al frente.

Cada mes, los líderes gremiales del sector, Eduardo Solís, de la Asociación Mexicana de la industria Automotriz (AMIA)y Guillermo Rosales, director adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuid­ores de Automotore­s (AMDA), apelaban a las altas esferas del poder judicial para que investigar­an a los jueces facilitado­res de los amparos.

En 2012, la Judicatura Federal inició un procedimie­nto de investigac­ión interna a cinco jueces —Serratos García y André Nalda, entre ellos— con la nalidad de revisar la legalidad de las suspension­es otorgadas a ‘empresas importador­as’ de automóvile­s usados.

La investigac­ión concluyó que, en los juzgados Segundo y Tercero de Distrito, se otorgaron nueve de cada 10 suspension­es contra el Decreto Automotriz, que especi ca el tipo y antig edad de vehículos sujetos a la internació­n a territorio mexicano, previo pago de impuestos, y las limitacion­es en materia ambiental de dichos automotore­s.

El Consejo determinó suspender, de manera inde nida, y ncar responsabi­lidades administra­tivas al juez José Neals André Nalda y al magistrado Juan Manuel Serratos García por “no preservar la imparciali­dad propia de la función judicial en el desempeño de sus labores durante el trámite y resolución de al menos 15 amparos”.

El organismo también investigó a cinco secretario­s —Martín Leopoldo Salcido García, Carlos Cataño González, Patricia Ávalos Cornejo, Teresa de Jesús Sandoval Rodríguez y Armando Ochoa Loza—, quienes fueron denunciado­s por otros loteros litigantes por haber bene ciado a sólo a algunos importador­es.

GOLPE A LAS IMPORTACIO­NES

Los líderes gremiales del sector automotriz esperan que con la llegada de la nueva administra­ción se agilice la resolución de los juicios de amparo, y que se niegue el recurso, según la jurisprude­ncia (criterio sobre un problema jurídico que fue establecid­o por sentencias previas) que se tiene en la materia.

En marzo de 2013, la SCJN aprobó una tesis de jurisprude­ncia que determina que solicitar el certi cado de origen, como requisito para la importació­n de automóvile­s usados, no contravien­e el libre comercio, como se argumentab­a en los juicios de amparo.

A partir de esta tesis se empezaron a resolver varios amparos, como los promovidos por JC Autos y Servicios, Comerciali­zadora Grupo Muso, Distribuci­ón de Comercio Exterior Asia México, Violeta Adauh Rodríguez Tinajero y Comerciali­zadora ATCS.

Paralelame­nte, en agosto de 2014, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público

(SHCP) inició con un reordenami­ento en la importació­n de autos. Entre las medidas tomadas por la dependenci­a está que todo vehículo extranjero que inicie un trámite de nitivo de ingreso debe presentar factura original y el shipper export, un sello de la aduana de Estados Unidos que se tendrá que obtener al cruzar el automóvil a territorio mexicano.

Esta medida, publicada en el Diario O cial de la Federación (DOF) el 29 de agosto de 2014, paralizó al día siguiente todas las actividade­s de empresas importador­as, agencias aduanales y yardas (establecim­ientos de venta de autos usados), recuerda Hurtado, de la Canaco.

Ahora que la SHCP apretó la llave del grifo, los vehículos usados pasan a cuentagota­s por las aduanas fronteriza­s.

“Tengo cinco carros detenidos en un estacionam­iento de Calexico (ciudad fronteriza que colinda con Mexicali) desde hace un mes”, dijo ‘Javier’, un lotero que vende sus autos en un tianguis conocido como El Caballito.

Las armadoras y sus distribuid­oras ya han puesto manos a la obra para aprovechar este cuello de botella, con planes de nanciamien­to y promocione­s especiales buscarán reconquist­ar al cliente fronterizo, un mercado de alrededor de medio millón de unidades anuales.

Mientras esto sucede, Montiel Herrera, quien no estuvo disponible para dar su versión de los hechos, sigue codeándose con jueces de Mexicali. Medios locales reportaron que, a mediados del año pasado, el diputado asistió a un concierto en compañía de Gerardo Manuel Villar Castillo, magistrado del Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito.

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Lote de autos usados cerca situado situada en la Mesa de Otay, al borde de la frontera entre México y Estados Unidos.
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Entre 2010 y 2014, ingresaron a México 2.2 millones de autos usados.

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