Del papel al universo digital
La firma McGraw-Hill Education pasó de editar libros a crear software educativo, gracias a que ahora tiene más ingenieros que papel y tinta
etrás de David Levin hay un librero. Parece el escenario perfecto para retratar al CEO de McGraw-Hill Education, la principal editorial de libros de texto a nivel mundial. Pero Levin se niega. Desde su llegada a la empresa, hace un año y medio, este hombre ha sido pieza clave en la transformación digital de la compañía.
El librero, dice, es justamente por lo que su equipo y él están dejando de apostar. Levin asumió la presidencia de McGraw-Hill Education, en abril de 2014, cuando el corporativo de la compañía decidió venderle su línea educativa al fondo de capital privado Apollo Global Management.
Los nuevos directores vieron una buena oportunidad de renovar el negocio dándole un giro tecnológico. Pero Levin, contrario al camino que han tomado otras editoriales, supo que el futuro tampoco estaba en comercializar libros digitales.
De esta forma, McGraw-Hill Education comenzó a apostar por el desarrollo de software educativo.
Fue un paso natural para la compañía y para su presidente, un hombre que ha sabido integrar la tecnología en negocios tradicionales.
De 2002 a 2005, Levin fue el CEO de Symbian, la primera empresa en crear un sistema operativo para teléfonos inteligentes. Después fue presidente de UBM, empresa internacional de medios, y director ‘no ejecutivo’ de la agencia noticiosa Press Association.
Como parte de su crecimiento, en junio de este año la editorial compró una participación por 6.5 millones de dólares (mdd) en Busuu, la red social para el aprendizaje de idiomas más grande del mundo. Busuu tiene presencia en países como Estados Unidos, Brasil, China, Alemania y Turquía.
LA EVOLUCIÓN
Hace tres años, McGraw-Hill vendió su negocio de educación, relata Levin. Los directivos pensaron que era un negocio con potencial limitado, así que lo abandonaron. Entonces, un grupo de inversión de capital privado, llamado Apollo, tuvo la tesis de inversión de que ésta podía ser una oportunidad muy atractiva, pero si se le daba un giro digital.
“La empresa se vendió y los nuevos dueños me contrataron. En los últimos dos