INDUSTRIA FUERA DE ÓRBITA
El país busca aprovechar su capacidad aeroespacial para posicionarse en nuevas actividades como la manufactura de satélites pequeños.
La siguiente etapa aeroespacial.
“Los satélites miniatura serán cruciales para lograr el internet de las cosas” Mendieta
En 2015, el satélite mexicano de comunicaciones Centenario se desintegró en la atmósfera horas después de su lanzamiento desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. Fue una de tres misiones que fallaron ese año, según datos del compendio anual sobre transporte comercial espacial 2016.
El documento de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos añade que los 86 lanzamientos registrados ese año salieron desde siete países que prestan servicios de despegue orbital (incluidos puertos espaciales), un segmento valuado en 6,000 millones de dólares y en el que México quiere participar, según el plan Órbita 2.0.
La estrategia que el gobierno federal presentó dos años después del incidente busca posicionar al país en ese sector con modelos triple hélice, el fomento al contenido nacional y la construcción de puertos espaciales, entre otros.
Francisco Javier Mendieta, director general de la Agencia Espacial Mexicana —organismo que trabaja por el desarrollo del sector— afirma que la clave está en especializarse y aprovechar la experiencia aeroespacial.
P. ¿Qué oportunidades tiene México en esta industria?
R. Hay un mundo nuevo en el espacio: vemos sistemas muy grandes, costosos y con gran riesgo que evolucionan hacia plataformas, puentes, satélites y naves de menor tamaño. México tiene esta gran oportunidad de entrar al campo de los satélites más pequeños que se construyen de manera más rápida, más barata y con menos riesgo. Por eso, en lugar de lanzar uno, varios países ya están lanzando centenas o incluso miles de satélites. Es un nicho de oportunidades que México está aprovechando.
Ya tenemos al menos un consorcio que está trabajando dentro de este nuevo espacio en el campo de satélites miniaturizados. Otro de los cambios que contemplamos para el Plan de Órbita 2.0 es la participación internacional, con alianzas que traemos con Brasil y Argentina, que son los líderes en América Latina, pero también con otros países que están entrando a la industria, como Chile, que ya tiene su satélite; Colombia, que está en el proceso, y Paraguay, con quien acabamos de firmar un acuerdo de cooperación.
P. ¿México debe aprovechar su experiencia aeroespacial?
R. Claro. La parte aeronáutica en México ya está muy bien establecida, y por eso en este Plan de Órbita 2.0 invitamos a participar a los actores que han logrado desarrollar un sector aeronáutico en el país en muy poco tiempo. En 25 años, pasamos prácticamente