EL TOQUE DIGITAL DEL CAFÉ
La ruta para automatizar la molienda.
En el puerto de Mazatlán, Sinaloa, la empresa Café El Marino maquila y comercializa café desde una planta que en su interior parece detenida en los sesenta, debido a la maquinaria, que data de esa época, y al código de vestimenta de los empleados —los hombres, con playera tipo polo de color rojo y pantalón negro, y las mujeres con camisa blanca y también con pantalón negro— que caracterizaba en esa época la forma de trabajar de las compañías tradicionales.
Entre las décadas de 1960 y 1970, la compañía comenzó a comprar café (nacional e importado) para maquilarlo y venderlo a más de 92 empresas nacionales y extranjeras, como Kirkland, de Costco, 7-Eleven y Soriana. Hoy, cada mes, esta firma produce unas 270 toneladas de café soluble, de las que exporta 70% a más de 10 países, entre los que destacan Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Costa Rica, Colombia, Canadá y Panamá.
La empresa, fundada en 1950, factura cerca de 80 millones de dólares (mdd) al año. Parte del éxito es la calidad constante del producto que, según los directivos, ha sido posible gracias a la tecnología presente en la planta que data de 1950. “La estrategia fue automatizarla”, cuenta Jesús
“No hay plantas como la nuestra en la región”, afirma Jesús Brito.
Brito, Chief Information Officer de Café El Marino.
La firma mexicana —que también produce chocolates instantáneos, gelatinas, caldo de pollo, malteadas y flan— lleva cinco años implementando esta estrategia, renovando y mejorando la maquinaria de los años sesenta, pero sin sustituirla del todo, y con la meta de automatizar por completo la planta para 2023. Por el momento tiene un avance de 40 por ciento.
“Hemos invertido entre 22 y 25 millones de pesos (mdp) desde que comenzamos el proyecto, y este año vamos a invertir cerca de 10 mdp adicionales para este proceso”, agrega Brito.
En esta misión la empresa se apoyó en Siemens, que da “capacitación, tecnología e instrumentación, y una gama de máquinas y software”. Con estas herramientas la productora de café alcanzará un mejor con- trol de la calidad del producto, además de menores tiempos y un mantenimiento predictivo y correctivo —detectando de inmediato errores y fallas en el proceso y la maquinaria—, que permitirá menores costos.
“Hoy producimos cerca de 2,500 toneladas de café soluble, y queremos llegar a 4,000, mientras que en café tostado y molido queremos pasar de 22,000 toneladas a 25,000”, asegura Arturo Lizárraga, director general de Grupo El Marino, durante un recorrido por la planta.
Futuro más productivo
El café soluble es el producto líder de Grupo El Marino y elaborarlo implica un proceso artesanal que poco a poco han automatizado casi por completo. El área de tostado fue una de las primeras en modernizar sus sistemas con tostadores más eficientes y menos costosos.
“Un tostador vale 1.2 millones de euros (mde), pero nosotros lo hicimos con cerca de 2 mdp, renovando cuatro tostadores de 1970”, destaca Brito. La eficiencia aumentó considerablemente debido a que cada ciclo de tostado pasó de 28 a 17 minutos.
En el área de extracción —después de la molienda— unas máquinas se encargan de secar el café, convertirlo en polvo y después inflarlo para conseguir el café instantáneo normal. Aquí, la empresa está por mejorar el proceso para producir 280 toneladas adicionales, mientras que durante el proceso de empacado una máquina Bosch —que data de hace cuatro décadas— se encarga de empacar café capuchino.
“Esta máquina está hecha completamente por nosotros. Es manual, porque así debe de llenarse, ya que el café que se mete ahí es casi artesanal”, señala Brito.
El 90% del software que la empresa ha utilizado para renovar su sistema y su maquinaria proviene de Siemens, por la facilidad que ofrece al momento de manipular todo el paquete en conjunto, según Brito.
“Esa parte nos ayuda a la estandarización, que es sumamente importante para la automatización y para manejar todo el sistema interno, desde una tableta hasta todo lo demás. La Industria 4.0 permite que todos los componentes que tengas estén conectados a una red y a sistemas de análisis de datos, para saber qué pasó segundo a segundo”, comenta el directivo.
Este mismo sistema funciona para maquilar productos de sus otras divisiones de negocio, como los Cereales Post, los mariscos enlatados Sunny Sea, aceite para cocina Maceite y Vincenzo Salvo, así como crutones y crunchy toppings, almendras, leche de almendras, jugos, sustituto de azúcar y desinfectante de frutas y verduras, que elabora gracias a su alianza con la firma estadounidense de alimentos Sugar Foods.
“No puedes poner los huevos en una sola canasta. Tienes que estar diversificando. No existen plantas como la nuestra en la región, que permiten esta variedad de productos”, sostiene Brito.