CAPITAL ESPECIALIZADO
Para sostener el crecimiento de las exportaciones del sector aeroespacial del país, que en 2017 ascendieron a 7,650 mdd, es necesario tener capital humano con características, habilidades y conocimientos adecuados, señala Luis Lizcano, de la Femia.
Según el Programa Estratégico de la Industria Aeroespacial (Pro-Aéreo) 2012-2020, para 2020 el objetivo en México es contar con 110,000 empleos directos, de los cuales entre 30 y 35% se estima sean puestos de ingeniería. En el sector público, la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ) es uno de los casos más representativos de lo que prevé en materia de desarrollo de ingeniería en México, así como el Centro Nacional de Tecnologías Aeronáuticas (Centa) también en Querétaro, cuya vinculación con la industria y gobierno, en la llamada triple hélice, ha resultado efectiva para atender las necesidades de las empresas en capital humano especializado, apunta Muñoz, de PwC.
Federico Pérez Fuentes, secretario de Planeación y Vinculación de la UNAQ, refiere que la institución está especializada en formar técnicos para áreas de ensamblado de avión o en fabricación de componentes para grandes empresas como Bombardier, Safran, Airbus Helicopters, Aernnova, así como para mantenimiento como TechOps, el Centro de Mantenimiento, Reparación y Revisión de Delta y Aeroméxico.
En los 10 años de operación de la universidad, suman más de 7,800 los técnicos egresados, y se estima que el número se incremente, menciona sin dar detalles.
Sin embargo, asegura que la industria requerirá especialistas en áreas como ensambles estructurales, manufactura de arneses eléctricos, materiales compuestos (fibras de carbono y vidrio), especialistas en maquinados y técnicos en mantenimiento.
En promedio, al año, la universidad capacita entre 400 y 600 técnicos para las compañías aeronáuticas, en los rubros tanto de manufactura como de mantenimiento.
Un factor que dinamitará la demanda, dice Armando Cortés de ProMéxico, es el envejecimiento de la plantilla laboral del sector estadounidense. En el país vecino los trabajadores de esta industria tienen alrededor de 46 años, y 30% del total tiene más de 55, por lo que en un lustro uno de cada tres puede optar por la jubilación. Por ello, augura que en cinco años aumentará la oferta para técnicos e ingenieros mexicanos especializados.
El envejecimiento de la plantilla laboral del sector en EU aumentará la demanda de capital humano especializado.