Tecnología
La inteligencia artificial y el blockchain serán detonadores de nuevos negocios.
Seis turbinas PW4056 de Pratt & Whitney penden de las alas del Stratolaunch, el avión de carga más grande del mundo desarrollado por la compañía estadounidense del mismo nombre. Se prevé terminar su construcción a fines de esta década. Tiene dos fuselajes, el derecho es para la tripulación y el otro para los sistemas de datos. Las alas miden unos 117 metros y podrá transportar alrededor de 227 toneladas, según la información de su sitio web.
Para desarrollarlo, el equipo de Stratolaunch usó el software de ingeniería asistida por computadora HyperSizer. La plataforma creada por la NASA —la cual licenció su comercialización a Collier Research— realiza automáticamente el diseño, analiza el estrés de sus componentes y la optimización del tamaño en función de los requisitos del usuario, lo que se traduce en la reducción de hasta 40% en el peso estructural. Esta optimización es uno de los beneficios más esperados del uso de inteligencia artificial y análisis de datos en manufactura; sin embargo, en México aún hay camino que recorrer.
Según el Global Competitiveness Index 2017-2018, el país ocupa el lugar 56 de 137 naciones en innovación y competitividad en su sector industrial.
Eduardo Gutiérrez, gerente general de IBM México, indicó que gracias a las soluciones del internet de las cosas (IoT), el sector de manufactura genera datos de calidad, pero “sin un plan de reinversión digital es como si no estuvieran haciendo nada”. “En el país el sector puntero en el tema de digitalización y usos de datos es la banca, y posiblemente el que venga detrás sea la industria manufacturera, sin embargo, ya están innovando”, afirma, y previene que si las empresas no comienzan a invertir en este tipo de tecnologías, pondrán en riesgo sus negocios.
Ejes tecnológicos
Según las proyecciones de IBM, las compañías de todos los sectores invertirán más de 50,000 millones de dólares (mdd) a escala mundial en la creación y evolución hacia nubes privadas con tasas de crecimiento del 15 a 20%, cada año, hasta 2020. Gutiérrez enfatiza que el mayor valor de estas inversiones en industria estará en inteligencia artificial (IA), blockchain y ciberseguridad.
De acuerdo con el informe de Indicadores sobre Ciencia, Tecnología e Industria, de la OCDE, en México se podrán invertir 142 mdd, durante los próximos dos años en estas tecnologías. En números, la consultora Markets and Markets precisa en un informe —de agosto de 2017— sobre las expectativas de este segmento en la manufactura, que la inversión en IA crecerá de 272.5 mdd en 2016 a 4,882.9 millones para 2023.
“Los gastos que se generen en inteligencia artificial pueden ser muy rentables, pues esta tecnología sirve para innovar en productos y mejorar la producción de las empresas”, argumenta Gutiérrez, quien confía en que las compañías nacionales de manufactura incrementen cada vez más su inversión en este rubro. También destaca el blockchain. En su Latin American
Sin plan de reinversión digital es como si [la industria] no estuviera haciendo nada. Eduardo Gutiérrez, gerente general de IBM México,
Blockchain Market Analysis 2017, la consultora IDC prevé que la región tendrá una de las tasas de crecimiento más rápidas en esta tecnología, de 127.3% hasta 2021. A escala mundial, la inversión en blockchain será de 9,200 mdd, según el documento.
El ejecutivo de IBM dice que aunque internet fue el canal para poner a disposición la información, la IA y el blockchain son detonadores de nuevos negocios y procesos operativos, lo cual se traduce en una mejor rentabilidad para la industria. El tercer sector que más crecerá, agrega, es la ciberseguridad de las empresas manufactureras. Los clientes, dice Gutiérrez, entienden que la tecnología evoluciona muy rápido y que “en caso de que haya un accidente tendrán que seguir algunos pasos para garantizar que los datos y los procesos estén seguros”.
Según la guía Worldwide Semiannual Security Spending, las empresas de Latinoamérica invirtieron 3,000 mdd en ciberseguridad en 2017, y se estima que aumente a 12.5% en 2018. Prevé que Brasil y México concentrarán 66% de la inversión.