LA INDUSTRIA ARMAMENTISTA

Los líderes del mercado bélico.

Cien años han pasado desde que la Primera Guerra Mundial llegó a su fin. El primer conflicto bélico industrializado terminó el 11 de noviembre de 1918 con la rendición de Alemania ante los países aliados: Francia, Gran Bretaña, Rusia, Servia y Bélgica, a los que después se unieron varios más. La batalla dejó un saldo mortal de 20 millones de personas (9.7 millones fueron militares y el resto civiles, según datos de la iniciativa europea Reperes), y sentó las bases para el surgimiento de naciones que consolidaron un nuevo orden mundial donde el poder de las armas es evidente.

El gasto militar global en 2017 superó los 1.7 billones de dólares (millones de millones), según datos del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI). Estados Unidos lidera la tabla con el 48% del gasto total. Por eso, no sorprende que cuatro de los cinco mayores fabricantes de armamento sean estadounidenses: Lockheed Martin, Raytheon, Northrop Grumman y Huntington Ingalls Industries.

Siguen en la tabla China y Arabia Saudita, países que en los últimos 10 años han incrementado su gasto en armamento. El dragón asiático, por ejemplo incrementó en 235% la inversión hecha en armamento en la última década, pasando de 68 a 228 billones de dólares entre 2007 y 2017, según SIPRI.

Estas cifras solo muestran una parte del alcance real que tiene la industria armamentista.