Manufactura

El diseñador que puso a México de moda

Anuar Layón saltó a la fama en medio de las criticas hechas por Donald Trump hacia México. Hoy el diseñador sigue demostrand­o que ‘Mexico is the shit’.

- POR LILIANA CORONA

La carrera de Anuar Layón está marcada por lo que podríamos llamar ‘coincidenc­ias afortunada­s’, como cuando terminó estudiando Diseño en México, en lugar de Producción musical en España.

Esto ocurrió luego de que, tras perderse por las calles del centro de la Ciudad de México buscando las oficinas de su preparator­ia para apostillar su certificad­o y mandarlo a España, se topó con la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes.

“Me dio curiosidad, me metí y me gustó cómo estaba estructura­da la carrera, así que decidí estudiar allí”, cuenta Layón.

Algo similar pasó con la prenda que lo catapultó a nivel internacio­nal: una bomber

jacket con la leyenda ‘Mexcio is the Shit’ en la espalda. “En realidad era un uniforme”, confiesa el diseñador.

Hace 10 años, Layón se asoció con Amhed Bautista, fundador de Mercadoram­a, con el objetivo de desarrolla­r

merchadisi­n oficial con una propuesta de diseño. Para ello, creó un colectivo de artistas gráficos para hacer diseños para estampar en playeras que se vendieran en los conciertos de bandas independie­ntes y así combatir la piratería.

“Se me ocurrió hacer un uniforme para ellos con alguna frase o slogan que hiciera alusión a México. Empezamos con ‘Proudly mexican’ y luego vino ‘Mexico is the Shit’ (México es chingón, como lo traduce él)”, cuenta.

Los reflectore­s se dirigieron a su trabajo cuando el diseñador gráfico y fotógrafo, Carlos Lang, subió a sus redes sociales fotos suyas portando la chamarra enfrente de la torre Trump, en una época en la que el entonces candidato a la presidenci­a de Estados Unidos adoptó una línea dura contra México, especialme­nte contra los migrantes mexicanos.

“Hago el uniforme, se viraliza la chamarra y de pronto Trump empieza a hablar”, dice Layón. El diseñador asegura que no hizo la chamarra en respuesta a Trump ni a ninguna situación política, sino que fue un éxito fortuito.

“La prenda se convirtió en una especie de protesta al discurso xenofóbico que en ese momento salía de la Casa Blanca”, dice Jacob Pulido, analista de moda y profesor del Centro de Diseño de Moda.

“Tuvo miles de likes y comentario­s. Empezaron a llegar decenas de mensajes a las redes sociales pidiendo la chamarra, de México y de otras partes del mundo, de Alaska, Japón, Francia, Brasil, Argentina, Alemania y sobre todo Estados Unidos”, cuenta Layón.

EL RETO DEL VOLUMEN

Años atrás, el diseñador había dejado de lado las pasarelas y había apostado por el diseño y comerciali­zación de artículos promociona­les. Pero la bomber

jacket le estaba abriendo nuevamente la puerta al mundo de la moda. “El interés era tal, que decidimos venderla”, dice.

Uno de los primeros retos que tuvo el diseñador para hacer frente a la demanda fue generar la capacidad productiva para cubrir las decenas de pedidos que inundaban sus redes sociales.

Layón decidió que la producción debía ser coherente con el manifiesto impreso en el forro de la prenda: “Esto no solo es una chamarra, es una

declaració­n, una oportunida­d para recordar al mundo que México es grande, que todo lo hecho en México está bien hecho. Es un homenaje a todos aquellos mexicanos en todo el mundo que están cambiando la cultura global con sus hermosos corazones y mentes brillantes, es una manera de mostrar que somos muchos y que estamos juntos, elevando los estándares, recordando al mundo que nuestra voz importa...”.

“Hubiera sido fácil producir todo China y hacerlo masivament­e por la demanda que empezamos a tener, pero decidimos que tanto los materiales como la hechura tenía que ser 100% mexicana”, dice Layón.

Aunque el diseñador tiene un taller en el centro de la Ciudad de México, las piezas se fabrican en 20 maquilador­as certificad­as por Mercadoram­a. “Para nosotros es muy importante el comercio justo, entonces buscamos proveedore­s que paguen a sus empleados lo que correspond­e”, dice Layón, quien asegura que no hay un gran margen de utilidad detrás de la chamarra.

Hoy el diseñador sigue trabajando para surtir la chamarra dentro y fuera de México. Prácticame­nte no tiene inventario, cada lote se agota en cuanto sale de las maquilas.

MODA EN AMARILLO

A dos años del fenómeno, Layón ya tiene en puerta nuevos proyectos de moda, como el relanzamie­nto de su sitio Web y una colección inspirada en la serie animada Los Simpson.

Layón espera las autorizaci­ones de Matt Groening —el creador—, la casa productora Century Fox, y Tycoon, que es la licenciata­ria. Una vez que tenga el visto bueno, esta colección se venderá bajo el esquema ‘See Now-Buy Now’ (cómo lo ves, lo compras). “En vivo desde la pasarela vas a poder adquirir la colección en una alianza con Amazon Fashion”, comparte el diseñador.

Layón aprovechó bien el impulso digital para hacer de su negocio una combinació­n de ventas on line y tiendas físicas mientras promueve la manufactur­a nacional.

Tiene una tienda en la colonia Roma y una ‘pop store’ en la avenida Presidente Masaryk, ambas en la Ciudad de México. También forma parte de un proyecto de El Palacio de Hierro, cuyo objetivo es impulsar el diseño mexicano a través de

corners dentro de las tiendas dedicados a prendas hechas por creadores mexicanos. Layón ahora combina el

merchandai­sin con la moda. El espíritu de Mercadoram­a y el sello de este diseñador es que la calidad de las prendas hechas en México hable por sí misma. “Una de las visiones de la compañía siempre ha sido traer lo mejor del mundo a México y llevar lo mejor de nuestro país al mundo”, dice.

LAYÓN APROVECHÓ BIEN EL IMPULSO DIGITAL PARA HACER DE SU NEGOCIO UNA COMBINACIÓ­N DE VENTAS ON LINE Y EN TIENDAS FÍSICAS

 ??  ?? Layón trabaja en proyectos como el relanzamie­nto de sus sitios web y una colección con elementos de la serie ‘Los Simpson’.
Layón trabaja en proyectos como el relanzamie­nto de sus sitios web y una colección con elementos de la serie ‘Los Simpson’.

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