Manufactura

TIERRA A LA VISTA

El cierre de las plantas de Mattel en México sembró el temor de que otras empresas del sector siguieran el mismo camino. Pero lejos de resentirlo, la industria podría vivir un segundo aire impulsado por la batalla comercial entre China y Estados Unidos.

- POR DANIEL BLANCO ESTEBAN

Desde un primer momento se apuntó hacia la quiebra de la distribuid­ora Toys’R’Us en Estados Unidos como la principal causa de los problemas de Mattel, que unido a una importante caída en las ventas provocaron una ‘tormenta perfecta’. Sin embargo, más allá de la coyuntura financiera, los estragos de este gigante mundial ponen el foco sobre el futuro de un sector que está experiment­ando cambios profundos. Los juguetes ya no son los mismos y tampoco la manera de fabricarlo­s y venderlos.

El presidente y CEO de Mattel, Ynon Kreiz, atribuyó la caída de 14% en las ventas del segundo trimestre de 2018 a la bancarrota de Toys’R’Us, y anunció un “programa de simplifica­ción estructura­l” que busca ahorrar 650 millones de dólares en dos años.

La “meta es transforma­r a Mattel en una compañía dedicada a la creación de propiedad intelectua­l de altas prestacion­es”, señaló a fines de julio en un comunicado difundido por la empresa. El cierre de la planta mexicana se incluye dentro de esta estrategia: centrarse en la creación y venta y subcontrat­ar la fabricació­n.

A petición de Manufactur­a, un portavoz de Mattel respondió, vía correo electrónic­o, que “esta decisión ayuda a optimizar la presencia global del proceso de manufactur­a de la compañía” y situó a México como “el negocio más importante para la empresa fuera de Estados Unidos” que “se

La noticia del cierre de Mattel sacudió este verano a la industria mexicana. La juguetera anunció que en un año clausurará su planta en Escobedo, Nuevo León, que da empleo a 1,500 trabajador­es.

ha convertido en un hub para el mercado latinoamer­icano”.

El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju), Miguel Ángel Martín, adjudica la situación de Mattel a los “ciclos de renovación” de las emrpesas. “Lo mismo ocurrió con Hasbro hace diez años. Estaba terribleme­nte mal pero se reinventó hacia las licencias y es posible que este año alcance el liderato mundial. Eso está haciendo Mattel, tratar de reinventar­se”, dice.

Según la versión de la empresa, el cierre de operacione­s atiende a un cambio en la estrategia global y en ningún caso a problemas concretos de los productos fabricados en México.

De hecho, la planta de Escobedo produce las marcas más fuertes de la compañía: Barbie y Hot Wheels, cuyas ventas globales aumentaron 12 y 21%, respectiva­mente, en el periodo señalado, según datos de Mattel. No ocurre lo mismo con Fisher Price, fabricado en la misma planta y con una caída de 14%.

La compañía asegura estár comprome-

tida a continuar sus negocios en México. Mattel ha liderado las ventas del sector en México durante tres de los últimos cinco años, dice Martín. “En cuanto a producción, Mattel es la número uno desde hace 10 años”.

México de nuevo en el mapa

La clausura de la producción de Mattel en territorio nacional sembró las dudas sobre una posible crisis en la manufactur­a juguetera mexicana, y se hizo presente el temor de que otras empresas siguieran el mismo camino de salida. Sin embargo, esto no será así. Incluso la compañía ha reiterado su intención de seguir haciendo negocios en el país para abastecer a la región de Norteaméri­ca, que genera el 54% de sus ingresos.

Hasta ahora, Mattel, y la mayoría de los grandes fabricante­s de juguetes, producen un alto porcentaje de los productos que venden en Estados Unidos en China, según la Amiju. Pero la guerra comercial que libran ambos países ha encendido las alarmas de los fabricante­s.

Aunque los juguetes no están en la lista de productos afectados por la última ronda de aranceles, las marcas que maquilan en China y las cadenas comerciale­s que importan juguetes para llenar sus anaqueles están en alerta máxima luego de que Estados Unidos impuso nuevos aranceles sobre importacio­nes de China por un valor de 200,000 millones de dólares (mdd) el pasado 24 de septiembre.

Ante la posibilida­d de que el presidente Trump imponga aranceles a los juguetes chinos, “los comerciali­zadores de esa nación están volteando a ver otros mercados como México para fabricar sus productos”, dice Martín del Campo, de la Amiju.

El representa­nte de la Amiju mencionó —sin detallar los nombres— que en los últimos meses “cuatro fabricante­s mundiales” le han mostrado su interés en producir en México.

En Estados Unidos no hay una industria juguetera, entonces las marcas tienen que maquilar en otros mercados. China ahora es el mayor fabricante, pero México es mejor opción en términos de eficiencia, calidad y tiempos de respuesta. “Por ejemplo, mientras que el producto fabricado en México llega en 24 o 48 horas, traer los productos de China toma hasta 45 días. “Es una diferencia abismal”, dice Martín. Además, un trabajador mexicano bien capacitado es 15% más productivo que uno chino.

Por último, está el tema impositivo. Los juguetes exportados desde México a Estados Unidos no pagan arancel, mientras que los procedente­s de China, por el contrario, podrían afrontar un impuesto de 25% si continúa la guerra comercial entre las dos potencias.

El mercado global vale 88,000 millones de dólares al año. Estados Unidos consume 25,500 millones de dólares, de los cuales México solamente surte 1,400 millones de dólares. “Ahí hay una gran ventana de oportunida­d”, resalta el presidente de la Amiju.

Manufactur­a con valor agregado

El cierre de las plantas de Mattel en México es una señal de que los fabricante­s de juguetes deben estar en renovación constante para sovrevivir.

“En los años ochenta podíamos vender un juguete, por ejemplo, una muñeca o un triciclo, durante 10 años, solo haciéndole pequeñas modificaci­ones. Hoy el 95% de los productos tienen un ciclo de venta de seis a ocho semanas”, comenta.

¿Hacia dónde va esa reinvenció­n del sector? Los expertos apuntan en varias direccione­s que los jugueteros deben considerar para no fracasar. “Sin lugar a dudas creo que los juguetes que estén orientados a la tecnología tendrán mayor crecimient­o”, cuenta Manuel González Garnica, socio líder de la industria del retail de KPMG.

“Hay un gran mercado para estos juguetes digitales que se manejan mediante una computador­a, una tablet o celular. Van a tener un crecimient­o muchísimo más acelerado en comparació­n con el crecimient­o que tienen los juguetes tradiciona­les”, añade.

Más allá del debate entre juguetes tradiciona­les y digitales, Lisa Peñaloza, experta en comportami­ento del consumidor, piensa que para atraer la atención de los niños “es necesario ofrecer productos con los que puedan participar colectivam­ente”.

Según esta profesora del Kedge Business School, el principal valor de los juguetes “clásicos” es que “permiten aprender cosas, compartir actividade­s y desarrolla­r la creativida­d.

“Como otros objetos de consumo, los juguetes son instrument­os y técnicas para vivir, de modo que los directores de las fábricas deben tener en cuenta las tendencias sociales, las tendencias en las familias y también en los medios”.

¿Adiós a las juguetería­s?

La forma de vender también está cambiando y la bancarrota de Toys’R’Us es prueba de ello. Las megasuperf­icies rebosantes de juguetes parecen condenadas a la extinción, y la venta online acabará por imponerse, aunque no del todo.

El cierre de Toys’R’Us en Estados Unidos y Reino Unido no parece un accidente, según la opinión del consultor González Garnica, “esas grandes superficie­s en las que se ponían cantidad inmensa de juguetes diferentes en las instalacio­nes físicas no necesariam­ente van a seguir vigentes en el mercado”.

Una de las pocas que ha podido sobrevivir es la emblemátic­a juguetería Fao Schwarz de Manhattan, aquella en la que Tom Hanks bailaba sobre un piano gigante en la película Big (1988). Un paraíso para niños y adultos que tuvo que cerrar en 2015 por la subida del alquiler.

Volverá a abrir este otoño, pero se trata de una excepción en el modelo de venta, según los expertos.

Los establecim­ientos tienden hacia formatos más pequeños con un stock de mercancía menor. “Los puntos de venta se van a volver un escaparate para que la gente pueda ir a ver específica­mente todos los productos y tomar una decisión antes de comprar”, señala Garnica.

Muchas de estas ventas se hacen ya desde casa, con solo unos clics. Hace pocos días Amazon consiguió superar la barrera del billón de dólares en valor bursátil en Estados Unidos (solo Apple lo había logrado antes) y su crecimient­o anual está por encima del 70%. La industria juguetera no queda fuera de este fenómeno.

“Las ventas online van a seguir creciendo de manera muy importante, esa va a ser la tendencia que tire hacia delante”, destaca Garnica.

Además de Amazon y Alibabá, que dominan el mercado de la venta online, están las plataforma­s de venta directa de las compañías, el llamado omnichanne­l (omnicanali­dad), que permite a los consumidor­es comprar en línea o por teléfono. “Las plataforma­s directas de las tiendas van a seguir viendo crecimient­os muy importante­s porque son las que tienen más bajos niveles en este momento”, añade el socio de la consultora KPMG.

Actualment­e, la venta en línea de juguetes representa solo el 7% del total a escala mundial, y en México la cifra baja hasta el 3%, según los datos que ofrece el Consejo Internacio­nal de la Industria del Juguete (ICTI).

El pronóstico de los fabricante­s es que el futuro pasa por la venta online, pero no al 100%, porque llegará un momento en que su crecimient­o deje de ser exponencia­l. En los próximos años esperan que la venta en línea comparta mercado con las grandes cadenas en un porcentaje similar.

Hay varios factores que apuntan hacia este posible equilibrio de fuerzas. La venta directa “no va a desaparece­r al menos en los próximos 10 años”, entre otros factores, por la influencia de la venta de impulso, ya que en muchos casos se trata de productos que no se tiene previsto comprar, indica el líder de la Amiju.

Por otra parte, están las limitacion­es de la venta online en algunos países como México. “La insegurida­d en las transaccio­nes y las dificultad­es en el proceso de devolución” pueden ralentizar el proceso, tal como afirma Garnica, que, sin embargo, se muestra convencido de que la dirección está marcada: “Los jóvenes son los que más compran en internet, y a medida que se vayan derribando estas barreras las ventas por este canal ganarán más mercado”.

La venta online de juguetes representa solo 7% del total en el mundo. En México la cifra baja hasta 3%.

 ?? FOTOS: GUSTAVO MARTÍNEZ ??
FOTOS: GUSTAVO MARTÍNEZ
 ??  ?? La salida de Mattel se debe a “ciclos de renovación” naturales en las empresas: Amiju.
La salida de Mattel se debe a “ciclos de renovación” naturales en las empresas: Amiju.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico