EL PLUS AEROESPACIAL
La formación de capital humano especializado ha permitido a Chihuahua, Mexicali y Querétaro brillar en el sector aeroespacial de México y el mundo.
Capital humano apuntala al sector.
Para el sector aeroespacial mexicano, el cielo es el límite. Tras la crisis de 2008, el Producto Interno Bruto (PIB) de esta industria creció 152% de 2009 a 2017, y de 2007 a 2016 recibió una Inversión Extranjera Directa (IED) de 3,285 millones de dólares, según la Dirección General de Inversión Extranjera de la Secretaría de Economía, superando a otras industrias como la agricultura y la extracción de gas y petróleo.
La manufactura aeroespacial mexicana, que consiste principalmente en la producción de aviones, avionetas, planeadores y helicópteros, así como sus componentes, ha atraído a gigantes de la industria a la región norte y del Bajío, como Airbus, Lockheed Martin, Boeing, Honeywell y BAE Systems.
El impacto de estas inversiones ha sido tal que ciudades como Querétaro y Mexicali –donde algunas de ellas tienen operaciones– ya son consideradas como ciudades aeroespaciales del futuro.
Fue el caso de la publicación especializada FDI Intelligence de The Financial Times que evaluó a 54 ciudades en cinco categorías. Mexicali y Querétaro destacaron en el segmento de inversión extranjera directa en los lugares nueve y diez, respectivamente. Ambas sobresalieron por los capitales recibidos de 2013 a 2017, por el número de grandes proyectos aeroespaciales que han atraído –con inversiones superiores a 100 millones de dólares– y su impacto en la generación de empleo.
En el reporte ‘Aerospace Cities of the Future 2018/2019’,
FDI destaca a Chihuahua en la décima posición en la categoría de costo-beneficio para la industria, resaltando elementos como el costo anual del alquiler de las instalaciones industriales y oficinas, los costos de importación y exportación, así como la media de los salarios de trabajadores semiespecializados y especializados.
Actualmente, la entidad representa 30% del empleo de la industria en todo México, con un “fuerte potencial de crecimiento para los próximos cinco años”, según el reporte. Armando Cortés, director ejecutivo sectorial de ProMéxico, destaca que la fortaleza de estas entidades –y de otras como Nuevo León y Sonora– se debe a la mayor sinergia entre los sectores público, privado y académico, que ha permitido convertir estas zonas en un destino muy favorable para la inversión aeroespacial.
Pero para poder germinar en cualquier lugar, la manufactura aeroespacial requiere gente con las competencias
México ha destacado en la industria gracias a sus centros de desarrollo tecnológico: A. Cortés.
adecuadas para hacer su trabajo, “altamente especializada y familiarizada con las nuevas tecnologías”, señala Luis Lizcano, director general de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia).
Puntos a favor
La principal muestra de esta correlación es Querétaro. La entidad cuenta con la mayor oferta educativa para la industria aeroespacial en el país, con tres ingenierías y cinco opciones para titularse como técnico superior universitario. Le sigue Baja California, que tiene opciones de ingeniería, licenciatura y técnico superior universitario, y Chihuahua, con dos planes de
8,300 mdd Valor estimado para las exportaciones mexicanas de la industria aeroespacial en 2018.
licenciatura y una de ingeniería. No obstante, todavía existen áreas de oportunidad en el ámbito educativo, tanto a nivel técnico como superior, para que estas y otras ciudades se hagan aún más atractivas para la industria aeroespacial, destaca Cortés, de ProMéxico.
En los Conalep, por ejemplo, se debe fortalecer el entrenamiento en temas. Hay iniciativas que se están impulsando en el diseño de programas curriculares, como en Chihuahua.
“A nivel universitario hay desde ingenierías hasta nivel de doctorado. México ha destacado porque tiene centros públicos y privados de desarrollo tecnológico, y ha sido factor fundamental”, indica.
FDI Intelligence resalta algunas condiciones complementarias que dan un plus a la plantilla laboral. En el caso de Chihuahua, por ejemplo, valora la ausencia de sindicatos, de la mano de la especialización, y las facilidades para realizar intercambios estudiantiles.
Otro elemento esencial es la logística y la cadena de suministro que una región puede ofrecer. “Es importante contar con proveedores cercanos a la planta de producción”, indica el directivo de ProMéxico.
En este rubro, FDI destaca a Chihuahua por su ubicación estratégica: no sólo por estar en la frontera con Estados Unidos, sino por abarcar 40% de la línea que separa a ambos países, un área en la que existen 10 puntos de cruce fronterizo y cinco puertos de entrada.