CAMBIOS AL MODELO SHELTER
Mario Hernández, de KPMG.
Un pilar de atracción de inversión extranjera, generación de empleos y divisas es el de las empresas que operan a través del Decreto para el Fomento de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (DIMMEX), en la modalidad de albergue. Éstas reciben operaciones que mantienen por periodos cortos, hasta que los extranjeros maduran y obtienen la experiencia para gestionar de manera independiente su operación, momento en el que se separan para iniciar sus empresas o terminan los contratos respectivos y se van del país.Sin embargo, hay empresas que pueden permanecer indefinidamente debido a la comodidad, seguridad, desconocimiento de la legislación, tamaño de la inversión, éxito en la operación, entre otros.
Hasta 2013, los extranjeros no pagaban impuesto sobre la renta (ISR), a pesar de que mantenían maquinaria en comodato; proporcionaban materia prima para llevar a cabo los procesos de manufactura en consignación, y proveían soporte administrativo y de ingeniería con personal en la nómina en el extranjero. Sin embargo, tras los cambios a la Ley de ISR en 2014, los extranjeros sólo estarían exentos del impuesto en los primeros cuatro años; es decir, durante los ejercicios de 2014 a 2017. A partir del año cinco, tendrían cuatro opciones: continuar con el contrato de albergue por cuatro años más pagando el ISR mediante la empresa de albergue.
Después de esos cuatro años, el extranjero tendría que continuar con cualquiera de las opciones señaladas en los incisos “b”, “c” o “d”. El primero habilita la posibilidad de continuar con el contrato de albergue, reconociendo un establecimiento permanente. El inciso “c” permite a la empresa extranjera iniciar su propia operación de maquila en el país. Y el último es que la empresa termine con el contrato de manufactura.
En muchos casos, los extranjeros tomaron la primer opción, obteniendo con ello un Registro Federal de Contribuyentes (RFC).
En el paquete económico para 2020, se proponen cambios en este modelo, proponiéndose eliminar los primeros cuatro años de exención. Esto implica que desde el inicio de actividades tendrían que registrarse ante el fisco. A cambio de esto, los extranjeros pueden mantener el contrato de albergue de manera indefinida.
Falta trabajo para que estos esquemas operen eficientemente. Se ha avanzado de forma importante, pero debe seguirse insistiendo con las autoridades locales y extranjeras para lograr que se eviten esquemas de doble tributación.
* El autor es socio Líder del segmento IMMEX de KPMG en México.