2030 EL NUEVO PARADIGMA AUTOMOTRIZ
(Autos autónomos)
La industria automotriz encara uno de los momentos cruciales de su historia. El advenimiento de tecnologías cada vez más disruptivas y el desarrollo de nuevos materiales y alternativas de propulsión, conllevan retos en distintos ámbitos que poco a poco se han ido venciendo, no sin tener efectos en los actores involucrados, entre ellos los fabricantes y sus proveedores. Para tener una idea del impacto que generan estas megatendencias globales en el sector, la revista Manufactura, junto con el Tec de Monterrey y el Clúster Automotriz de Nuevo León, pidió la opinión de más de 100 expertos involucrados en la industria considerada ‘la joya de la corona manufacturera’. Estos son algunos de los hallazgos de este ejercicio inédito que busca convertirse en la brújula para la industria automotriz de las siguientes décadas.
Seguridad
Al comparar la tasa actual de accidentes por cada 100,000 kilómetros recorridos contra aquella prevista para el año 2030, se identifica que 84% de los encuestados coincide en que disminuirá. Casi la mitad de los encuestados cree que la tasa actual se minimizará a 20% o menos. Suponemos que la causa atiende a que se mejorarán el desarrollo de los sistemas de seguridad activos y pasivos, por lo que, al reducir la posibilidad de incurrir errores humanos, decrecen también los accidentes.
Evolución regulatoria
La seguridad cibernética es un campo emergente que traerá grandes retos e implicaciones todavía por descubrir. Sin embargo, la economía de combustible y emisiones son temas con mayor consolidación. Estas son posibles hipótesis que motivan a un comportamiento de la curva estadística desfasada entre los dos tipos de regulaciones. De entre los encuestados, 29% opinó que en el año 2030 entre el 50 y 75% de los nuevos vehículos de pasajeros cumplirán con las regulaciones mundiales de emisiones y consumo de combustible. Mientras que entre el 25 y el 50% consideran que se hará en seguridad cibernética.
La clave está en los autónomos
Los vehículos autónomos será la rama automotriz que tendrá mayores cambios o actualizaciones en infraestructura, regulaciones y estándares a partir de ahora y hasta el año 2030. Es importante enfatizar en que los cambios en una regulación no sustituye a la otra y que en orden de consolidación primero venga la electrificación, luego la conectividad y por último la conducción autónoma. En este sentido, es necesario que México empiece por atender en este orden las necesidades regulatorias y de infraestructura.
Demanda al futuro
Para 2025 se espera que al menos el 20% de las ventas de los nuevos vehículos orientados al sector automotriz tradicional, –cuya aplicación es en carretera– sea capaz de operar de forma completamente autónoma; seguido por los sectores agrícola y construcción. Asimismo, se puede observar que la predicción sigue siendo muy similar para 2030, con la diferencia de que habrá un aumento considerable en el sector jardinero. Además, resulta importante ver que más de la mitad de los encuestados esperan que los vehículos de pasajeros convencionales sean autónomos a 2030.
Adiós al acero
La mayoría de los encuestados cree que los materiales compuestos serán utilizados con mayor frecuencia, seguidos por el aluminio; sin embargo, las perspectivas son distintas si se miran los resultados por el tipo de cargo de los encuestados.
Vehículos ligeros
La reducción de peso del vehículo es una tendencia creciente cuyo desarrollo estriba en el reemplazo de materiales convencionales (acero) por aluminio y plástico, mejorando el desempeño del transporte sin comprometer los estándares de seguridad. Los encuestados prevén que a 2030, cerca de 25 a 75% de los vehículos ligeros tendrán una estructura enteramente de aluminio, y que los nuevos vehículos tendrán más de 10% de sus componentes hechos con fibra de carbono, lo que implicará menor peso de la unidad y con ello una disminución en el consumo de combustible.
Tecnologías de ensamble
Además del cambio en los materiales a utilizar, se espera que los procesos de fabricación, i.e. soldadura, estampado y forja, también sean diferentes en el año 2030. De acuerdo con los encuestados, la mayoría de las tecnologías utilizadas tendrán innovaciones significativas.
Y también de motores
Otra aplicación de los materiales que se incrementará es la de las aleaciones ferrosas en los motores de combustión interna. Esto, con el propósito de aumentar la densidad de energía y por lo tanto su capacidad de almacenamiento. De acuerdo con los encuestados, se estima que la cuota de mercado correspondiente será de 25 a 50 por ciento.
Nuevas tecnologías
Hacia 2030 se espera sea mayor la relevancia de la tecnología que involucra los sistemas conectados, autónomos y de seguridad (CAS) de los vehículos. Dentro de las posibles innovaciones que los sistemas CAS incluyen se encuentran la asistencia autómata para realizar operaciones del vehículo, el sistema anticolisión, la capacidad para realizar operaciones a altas velocidades en grupo y el monitoreo en tiempo real para extraer datos por dispositivos terceros.
De alta velocidad
La implementación de los sistemas CAS conlleva otros riesgos que actualmente parecerían impensables como el hacking criminal de un vehículo. Esto significa que la información medular de los vehículos pudiera ser clonada sin la autorización del conductor o del propietario. Sin embargo, la probabilidad de que un automóvil autónomo experimente dicho fenómeno en 2030 es menor a aquella de contar con los primeros estándares de seguridad cibernética en Norteamérica.
¿Inmunes?
En México, la audiencia considera que las ciudades no están listas para introducir vehículos con sistemas CAS, por lo que la mayoría no prevé mayor impacto en sus operaciones por la incursión de este tipo de tecnologías hacia 2030.