La evolución de la industria
Las alianzas con firmas tecnológicas, el avance de la medicina genómica y la diversificación de los tratamientos inmunológicos reconfiguran el sector farmacéutico.
Apoplejía, ataque, derrame o infarto cerebral. El accidente cerebrovascular tiene muchos nombres, graves consecuencias –discapacidad permanente o incluso la muerte– y varias causas; entre ellas la fibrilación auricular, una de las arritmias cardiacas más frecuentes. Para detectar a tiempo y mitigar el riesgo de un ataque cerebral, el fabricante de tecnología vestible para monitoreo de actividad física, Fitbit, y la alianza Bristol-Myers Squibb (BMS)–Pfizer, unieron esfuerzos en octubre pasado. Esto a través de analizar los datos de ritmo cardiaco de los portadores de los wearables Fitbit, a quienes proveerán de información y en su caso los orientarán para dar seguimiento a los datos con un especialista, según la información del sitio web de BMS.
Este tipo de alianzas están diseñadas para generar soluciones integrales, de acuerdo con Rodrigo Puga, presidente y director general de Pfizer México. “No sólo nos enfocamos en desarrollar nuevos tratamientos, sino en la creación de herramientas tecnológicas que ayuden a los pacientes a obtener información de calidad para su cuidado”, compartió, por escrito, el director de Pfizer a Manufactura.
Más aún, este tipo de sinergias responde al nuevo orden que se dibuja en el sector debido al interés creciente que hay entre las personas por la prevención, el diagnóstico y las curas reales, según establece el reporte “Pharma Outlook 2030: from evolution to revolution”, elaborado por KPMG. El documento divulgado en 2017 indica que esta tendencia abre la puerta a una nueva competencia en el sector y “ha obligado a las empresas a repensar dónde juegan” y con quién lo hacen, es por ello que un número creciente de empresas farmacéuticas y de dispositivos médicos se asocian con empresas tecnológicas.
Tiros de precisión
Otro rubro emergente del sector farmacéutico es el de las compañías biotecnológicas, que, por separado o en alianzas, avanzan en el diseño de tratamientos para padecimientos complejos a partir de la edición genética, rumbo a la medicina genómica. Rodrigo Puga reconoce que apostar a esta medicina debe ser una de las prioridades de las compañías centradas en la innovación como Pfizer. La farmacogenómica “permitirá identificar las variaciones genéticas que hacen a cada persona única y puede arrojar información para frenar, por ejemplo, el desarrollo del cáncer; o bien, hallar soluciones a enfermedades poco frecuentes, como la hemofilia”, expuso.
“Los avances en el entendimiento de la medicina genómica permitirá que cada uno de los pacientes tenga un tratamiento en específico, de ahí que se llama medicina de precisión”, comentó, en abril, José Celaya, gerente del área de Hematología, Oncología y Medicamentos Innovadores para BMS.
El documento de KPMG añade que la inmunoterapia es uno de los campos consolidados del sector que mantiene su atractivo al tiempo que evoluciona. La inmunoterapia consiste en una serie de tratamientos que utilizan el sistema inmunitario del propio paciente para hacer frente a enfermedades como el cáncer. Los tratamientos de este tipo, llamados inmuno-oncológicos, a diferencia de otras terapias como la cirugía, radioterapia y quimioterapia, no atacan el tumor, sino que inactivan el proceso de defensa de las células tumorales frente al sistema inmune para que éste sea capaz de reconocer y eliminar las células malignas, según información de BMS. Lo novedoso en el campo de la inmunoterapia es que las compañías exploran su uso en el tratamiento y la prevención de afecciones crónicas como diabetes, enfermedades cardiovasculares, Parkinson y esclerosis múltiple”, según el informe de KPMG.
Añade que la aparición de estas nuevas áreas implica también repensar el negocio, lo que arroja tres “arquetipos” que prevalecerán en la industria farmacéutica del futuro. Están aquellas que buscan activamente ampliar su portafolio para mantenerse competitivas; las empresas que sin tener activos ofrecen ‘valor virtual’ y sus soluciones se generan a partir de datos sobre terapias, pacientes e investigación; y las especialistas de nicho. Estas son generalmente pequeñas y están focalizadas en atender sólo una enfermedad de forma integral, de la prevención a la cura. Eventualmente, dice KPMG, éstas terminan engrosando el portafolio de las farmacéuticas y/o a colaboran con otras compañías enfocadas en el valor de la información.
En México, las empresas tienen en marcha sus estrategias para mantenerse competitivos en un mercado que crece aun ritmo de 6 a 8%, según Rafael Quintanilla, director farma y biológicos de Laboratorios Silanes. En los siguientes tres años, la firma lanzará 18 productos que robustecerán las cuatro áreas terapéuticas que tienen: cardiometabolismo, analgesia, sistema nervioso central y los antivenenos. Pfizer, en tanto, alista 97 proyectos enfocados a áreas terapéuticas como oncología, cardiovascular, inmunología y enfermedades infecciosas. Para lograrlo, comparte Puga, la compañía invierte 15% de sus ingresos cada año en investigación y desarrollo a nivel global.