Los detalles de lo eco-friendly
Las empresas que desean migrar –por obligación o convicción– hacia empaques menos contaminantes, deben considerar aspectos que van más allá de los biomateriales.
Amediados de 2018, Quorn, productora de alimentos de microproteína sin carne, anunció que eliminaría más de 297 toneladas de envases de plástico negro de su cadena de producción, debido a que este tipo de contenedores no cumplían con los requisitos de reciclado en el Reino Unido.
El plan de Quorn contemplaba cambiar los empaques de la gama refrigerada Quorn Mince y Pieces, los cuales serían reemplazados por plásticos reciclables blancos y opacos, diseñados y fabricados por la proveedora de envasado con sede en Reino Unido, Parkside.
La compañía desarrolló una solución completa de bandeja y tapa de PET para Quorn que comenzó a usar este 2019 y que consta de una bandeja transparente y poco profunda y un laminado de película de tapa de sellado térmico, con tecnología de recierre para sellar bandejas APET. El diseño da un rendimiento de barrera mejorado para mantener el producto envasado más fresco por más tiempo.
La tendencia de los empaques y envases ecofriendly ha traspasado fronteras. En México, algunas empresas ya llevan años en investigación, desarrollo e innovación de empaques que cumplan con la demanda de menor contaminación.
Agremiados a la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE) especializados en la industria del cuidado para el hogar, por ejemplo, han optado por desarrollar botellas transparentes con una etiqueta termoencogible para facilitar su reutilización, debido a que las botellas que utilizaban anteriormente estaban pigmentadas con aditivos que no permitían su reciclaje.
Pero las alternativas no sólo se limita al diseño y cambio de materias primas para los empaques, también se han trasladado a otras áreas, como la producción de tintas. La proveedora de soluciones de impresión Xerox ha implementado en su línea de producción y servicio, el uso de tintas orgánicas que se diluyen a la par que el empaque se va degradando. Esta innovación también permite que, a través de un proceso, los pigmentos se puedan separar de las fibras del papel para que el empaque pueda ser reciclable.
Gustavo Abundis, director para Artes Gráficas de Xerox Mexicana, comenta que el proceso de producción de estas tintas es más barato que el de las tintas convencionales, dado que se utilizan materiales naturales y no solventes o químicos que vuelven el procedimiento más complejo.
También apunta que el uso de las tintas orgánicas representa para sus clientes un ahorro de entre 5% y 20% en comparación de las tradicionales, y el porcentaje del beneficio depende de la cantidad de tinta que ocupen, entre más utilicen éste será mayor.
El que se usen materias naturales no demerita la calidad del producto, dice Gustavo, pues sus tintas presentan el mismo desempeño que las convencionales, pues tienen la misma resistencia al tallado, luz y temperatura.
Hiram Cruz, director general de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje, indica que sus socios también han apostado por tintas más ecológicas y amigables con el medio ambiente, por lo que ya usan las hechas a base de agua para eliminar el uso de solventes en sus empaques, otra alternativa por la que se han inclinado es el uso de adhesivos sin químicos.
“Parte de la inversión va enfocada a desarrollo de materias primas derivado de investigación, desarrollo e innovación para un ecodiseño adecuado para envases y embalajes. No hay una regla de cuánto se tiene que invertir, depende mucho de la empresa, del tipo de envase que se esté realizando y el tipo de materiales que se utilice, entre un 5 y 10% de inversión de las utilidades, pero es relativo”, agrega.
Los retos en el cambio
A pesar de los avances tecnológicos sustentables registrados en los últimos años, el uso de plásticos sostenibles presenta aún algunos desafíos, de acuerdo con un estudio del Consejo Estadounidense de Química y de la empresa ambiental Trucost publicado en 2016.
La investigación indica que la industria aún identifica problemas técnicos en el proceso de producción de biopolímeros, mientras que los recicladores se enfrentan a la competencia de los plásticos vírgenes más baratos.
En esto coincide una publicación realizada este año por el banco en línea español Self Bank, que señala que dentro de las complicaciones de la adopción de bioplásticos para empaques está que el precio de su producción ronda el 50% de los sobrecostos, además de que para su desarrollo se requiere tiempo para optimizar la producción de nuevos polímeros a escala comercial.