IMPROMITOTE
UN FESTIVAL DE IMPROVISACIÓN CON TALLERES, SHOWS...
El pasado 26 de septiembre fueron “descubiertas” tres plantas de cannabis en las jardineras —es un halago llamarles así— que separan los carriles centrales de los laterales en Periférico Norte a la altura de Naucalpan. El hallazgo de las matas movilizó a medios de comunicación, vecinos y curiosos que entorpecieron la circulación aún más de lo normal. Luego, llegaron peritos de la Fiscalía General de Justicia del Edomex, quienes acordonaron la zona con cinta amarilla, y, como marca el protocolo, avisaron al Ejército, el encargado de erradicar los cultivos de esta planta. Horas después, un convoy militar que incluía una tanqueta llegó, con varios soldados cargando armas de asalto.
Semanas antes, un grupo de jóvenes —parte del autodenominado Escuadrón Cannábico— fue detenido por ofrecer en Paseo de la Reforma productos con marihuana en “intercambio” por billetes. Ellos argumentan que no comercializan sus pomadas, galletas y aceites, pues está prohibido, por lo que a cambio piden un billete.
La historia prohibicionista de la cannabis en México debe una fuerte influencia a la política contra las drogas de EUA. Pero los tiempos han cambiado y ahora nuestro vecino tiene nueve estados en los que está completamente permitido el cultivo de cierto número de plantas, la comercialización con una licencia, y el consumo para los fines que el usuario decida. Canadá, por su parte, legalizó en todo su territorio el 17 de octubre pasado el consumo recreativo de la marihuana.
Así que, mientras nuestro país cumplirá 12 años en guerra contra el narcotráfico, nuestros militares invierten una mañana en retirar la evidencia de un delito en Periférico, y los jóvenes promarihuana podrían pasar un rato en la cárcel, mientras eso ocurre aquí, nuestros vecinos del norte reparten un negocio millonario entre gobiernos y particulares, y se ahorran miles de casos criminales. Olga Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación, dijo en julio que buscará despenalizar la marihuana. Veremos si esa idea sigue en pie. ¿No llegó ya el momento de abordar seriamente la legalización?