LA COMBINACIÓN PERFECTA DE CULTURAS EN UN SOLO PLATO
Hace año y medio, el chef Antonio de Livier notó la imperiosa necesidad de una caldería en la Ciudad de México, así que abrió Caldos Ánimo y nos trajo una de sus más afortunadas creaciones: el birriamen, un crossover entre birria jalisciense —con chile guajillo, pasilla, carne de res suavecita y varias especias— y fideos de ramen japonés. Sin embargo, su más reciente sucursal en la Condesa (Nuevo Leon 120, Col. Condesa) lo llevó a reinventar el platillo y ofrecer su versión alternativa.
Cuenta la leyenda que un montón de veganos veían a sus amigos chuparse los dedos con el ramen más mexa de la ciudad mientras se echaban, no sin cierto esfuerzo, su ensaladita de tupper, así que inmediatamente le sugirieron al chef hacer algo.
Toño de Livier, siempre al servicio de sus comensales, creó un menú vegano para todos ellos, y gracias a ello, ahora puedes encontrar birriamen vegano en Caldos Ánimo, además de un taquito de coliflor rostizada y uno de berenjena en chilmole. Según el chef, debes pedirlo todo junto, pues “los caldos tienen que ser acompañados con sus buenos taquitos”.
Pero, esperen. ¿Birria sin carnita? ¿Es eso posible? ¿Queremos que sea posible? Como se trata de Toño de Livier, quien ya nos ha demostrado en Chinaloa, en La Panga del Impostor y en Caldos Ánimo que es un gran cocinero, démosle el beneficio de la duda.
El tradicional es un caldo aromático y concentrado de chiles ancho y guajillo con carne suavecita de res. La versión vegana es un rico consomé de verduras con el adobo de chiles ancho y guajillo que normalmente se usa para adobar la carne de la birria. Rico. Prefiero el original pero recomiendo que prueben y decidan por ustedes.