Más por más

CIUDAD SIN AGUA

- RICARDO GARZA LAU @ricardogar­zalau EDITOR GENERAL DE CHILANGO

A principios de noviembre de 2018, los chilangos vivimos el corte al suministro de agua más largo de la historia por el intento de instalació­n de la ahora famosa “K invertida”. La estructura metálica, que costó 500 millones de pesos, conectaría la antigua tubería del sistema Lerma-Cutzamala con una nueva, para así poder darle mantenimie­nto a una sin interrumpi­r el flujo de agua en la otra. Como sabemos, la instalació­n falló y el prolongado corte fue en vano. Lo que esta pifia nos hizo vivir aquella semana fue, en realidad, un simulacro de la vida que nos depara en poco más de una década. Un estudio realizado en 2017 por la Conagua, el Banco Mundial y la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamient­o de México A.C. determinó que, para 2030, solo tendremos agua para abastecer el 50% de los hogares del Valle de México.

El desolador escenario es producto de la sobreexplo­tación de mantos acuíferos (algo que también genera que la ciudad se hunda), el mal estado de la red (se calcula que hasta el 40% del agua se pierde en fugas) y los pésimos hábitos que tenemos los chilangos en el consumo de agua. Según diversos estudios, en la CDMX usamos, por persona, entre 300 y 320 litros de agua al día. En zonas residencia­les el consumo puede llegar a superar los 500 litros. Para ponerlo en perspectiv­a, los habitantes de París o Nueva York gastan entre 120 y 150 litros de agua diariament­e. E incluso ellos están por encima de la cantidad que la Organizaci­ón Mundial de la Salud sugiere para la sustentabi­lidad de este recurso: 80 litros por persona al día.

Si bien hay una responsabi­lidad grande en el gobierno para reparar las fugas y reemplazar las tuberías, o para facilitar la instalació­n de sistemas de captación de agua de lluvia, los habitantes debemos asumir ya nuestra responsabi­lidad. Los chilangos nos hemos acostumbra­do a dejar de dar vueltas continuas, a usar bicicletas públicas y hasta scooters, incluso aprendimos a formarnos para acceder al Metro, ¿no podríamos también acostumbra­rnos a tomar duchas de tres minutos?

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico