Falta de atención y corrupción
LA EDUCACION EN LOS ESTADOS
l sistema educativo se desar rol ló desde 1921 a través de un modelo institucional centralizado cuyo corazón y motor principal fue la SEP. operación de todas las escuelas federales hacia los estados. Esa transferencia significó la canalización de recursos financieros, la facultad de los estados para contratar maestros, para nombrar directores y supervisores, para construir escuelas, para reparar la ya existentes, etc.
Pronto se comenzaron a percibir una serie de efectos indeseados de este gran movimiento:
• Con algunas excepciones, los gobiernos estatales no asumieron plenamente su responsabilidad moral y política con la educación: no desarrollaron proyectos educativos propios, no capacitaron recursos humanos y la calidad educativa en las escuelas recibidas, en la mayor parte de las entidades, se estancó o declinó.
• Las secciones sindicales estatales adquirieron una fuerza política sin precedentes y no pocos gobiernos estatales hicieron pactos políticos con los líderes sindicales locales.
• Se instituyó la doble negociación, es decir, una negociación sindicato- autoridad a nivel local en paralelo con la negociación nacional.
• El nuevo flujo de dinero educativo se convirtió en botín codiciado de gobernadores corruptos ( como lo documenta desde hace años, anualmente, la Auditoría Superior de la Federación).
• Los estados fueron incapaces de integrar los subsistemas federal y estatal y hasta la fecha los mantiene administrativamente separados.
• La corrupción socavó gravemente la gestión educativa estatal.
En la base de esta descomposición de los subsistemas educativo estatales se encuentra la alianza política de los gobiernos con el sindicato. Los gobernadores han pactado con el gremio, no con el afán de mejorar la educación, sino con el propósito de tener a su lado una fuerza de masas con peso decisivo en las elecciones; por su parte, los líderes sindicales quieren aumentar su poder gremial y medrar con el dinero educativo.
Al amparo de la soberanía de los estados, la educación ha sufrido un abandono sin paralelo. No hay ningún sistema efectivo de rendición de cuentas: ni los gobernadores, ni los secretarios de educación, ni los altos funcionarios del sector están obligados a explicar y justificar sus acciones en materia educativa. No existe en los estados ninguna entidad con poder para fiscalizar la conducta de los gobiernos en materia educativa. Tampoco hay transparencia en el uso de los recursos financieros de la educación y, dada la ausencia de controles, frecuentemente funcionarios corruptos malversan esos recursos.
Estas consideraciones conducen a una conclusión ineludible: urge una reingeniería institucional. Es necesario que en cada estado se creen instituciones con poder propio capaces de actuar como contrapesos ante las autoridades educativas. Sólo medidas enérgicas pueden contribuir a detener la degradación que se observa en el sistema educativo nacional.
“Los gobiernos estatales no asumieron plenamente su responsabilidad moral y política con la educación: No desarrollaron proyectos educativos propios”
EL FLUJO de dinero destinado a la educación en los estados se convirtió en codiciado botín de la corrupción