Milenio - Campus

Los temas de la nueva rectoría / II

- Carlos Pallán Figueroa ex secretario general ejecutivo de la anuies capafi 2@ hotmail. com

De los 10 temas que fueron abordados por el nuevo rector en su discurso de toma de posesión, dos ya fueron comentados la semana pasada. Resulta pertinente reiterar que la identifi cación de ellos es una selección personal con la subjetivid­ad del caso. Podrían ser más o menos, según el observador. Desde mi perspectiv­a, esos diez son los más relevantes. En esta entrega se comentan dos más.

Proceso de desconcent­ración.

Según el diagnóstic­o del rector, “las necesidade­s institucio­nales y diversos impulsos han dado lugar a un proceso de centraliza­ción que tal vez ha inhibido el desarrollo y las iniciativa­s de las Unidades, es mi intención revisar tal proceso…”. Uno de los rasgos distintivo­s de la UAM, 43 años atrás, fue precisamen­te el de su estructura. Al de su naturaleza de organismo descentral­izado del Estado con personalid­ad jurídica y patrimo

nio propio, lo que la convirtió en una universida­d autónoma, se le añadió el relativo a que esta nueva

organizaci­ón tendría la facultad para organizars­e dentro de un régimen de desconcent­ración funcional y administra­tiva como lo estime convenient­e.

De acuerdo con el proyecto fundador, y con lo discutido y aprobado por el Congreso de la Unión al elaborar la Ley Orgánica, tal tipo de régimen signifi caba una de las grandes innovacion­es con que nacía la nueva Universida­d. Así, la rectoría general ( RG) tendría un pequeño pero funcional aparato administra­tivo que le permitiría desarrolla­r adecuadame­nte sus facultades y obligacion­es; las Unidades, por su vez, asumirían la gestión plena de sus propias actividade­s. Por razones operativas ( las “necesidade­s institucio­nales a las que alude el Dr. Peñalosa”), la RG fue, junto con la Junta Directiva, la primera entidad en funcionar y poner en pie a la Casa Abierta al Tiempo. Conforme avanzara su integració­n y las Unidades fuesen alcanzando la mayoría de edad, tal aparato debería ir disminuyen­do. Pero no fue así. A 44 años de distancia la RG es ( restando la parte académica) una especie de sexta Unidad: tan costosa y con un número de funcionari­os y trabajador­es que se asemeja al de las tres Unidades fundadoras. El rasgo distintivo de desconcent­ración funcional y administra­tiva sólo se ha dado de manera parcial o incompleta.

Sin el tacto y el tono hipotético con que lo expresa el Dr. Peñalosa, puede afi rmarse que, a contracorr­iente de sus principios esenciales, en la UAM ha habido un proceso de centraliza­ción que ha inhibido el desarrollo y las iniciativa­s de las Unidades. La propuesta de revisar tal proceso, y de “impulsar la generación de capacidade­s administra­tivas autónomas” en aquellas, sería una iniciativa de primer orden que diese vida al rasgo que nunca se tuvo: una rectoría pequeña y cinco Unidades que tienen la capacidad para “resolver sus propios problemas”, como lo postula el Artículo 21 de la Ley Orgánica.

Prioridad a Estudiante­s.

Como lo expresó el rector: en “el compromiso de cuidar y promover la vida académica en la Universida­d habrá de otorgarse prioridad a la mejoría educativa de nuestros estudiante­s”. Como en muchas otras institucio­nes de educación superior, desde hace 20 años, en la UAM se ha dicho, y así consta en varios de los planes y programas de estudio, que la institució­n “debe centrar el aprendizaj­e en el estudiante”. Esto signifi ca, efectivame­nte, otorgarle la prioridad a este actor del proceso educativo. Sin embargo, la realidad suele ser otra. Los horarios de clases, los de servicios complement­arios, la disposició­n del personal académico para prestar asesorías, entre otros, no tienen la efectivida­d enunciada. En el primer caso, inclusive, pareciera que el principio es a la inversa: en materia de horarios escolares, la prioridad es el profesor. Usos y costumbres, el contrato colectivo y otras causas producen horarios discontinu­os para los alumnos ( tener una clase a las siete y otra a las 11.30 o a las 13 horas no es una situación extraña para muchos de ellos).

Poner en el centro de la acción institucio­nal al estudiante, otorgarle prioridad, es una tarea de primer orden que, por supuesto, toca intereses. Pero, como decía aquél antiguo anuncio televisivo: “si las cosas que valen la pena fueran fáciles… cualquiera las haría”. Este es uno de los desafíos para la propuesta del rector.

Conclusión. Estos dos temas formarían parte del esfuerzo institucio­nal constante propuesto por el nuevo rector: “ha llegado el momento en que es necesario ponerse al día… desde los ( campos) más modestos de la administra­ción hasta los más trascenden­tes de la docencia y la investigac­ión”.

 ??  ?? ES PRIORIDAD poner al estudiante en el centro de la acción institucio­nal
ES PRIORIDAD poner al estudiante en el centro de la acción institucio­nal
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico