Posibilidades netas
Para Francisco Javier Avelar González, rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes ( UAA), el fondo de Pensiones y Jubilaciones de la institución tiene suficiencia financiera para los próximos 20 años, por lo que están garantizadas las prerrogativas laborales. Y es que, aunque el número de extrabajadores es creciente, la viabilidad del fondo permite a la institución contar con tiempo suficiente para buscar los mecanismos que ayuden a fortalecerlo, y así evitar un déficit a partir del año 2037.
“Tenemos un fondo de pensiones y jubilaciones que se alimentaron de las aportaciones de los propios trabajadores, el 10 por ciento de su salario base va al Fondo de Pensiones y Jubilaciones”, explica el rector de la UAA.
Además, comenta, la universidad se obliga a poner 1. 5 pesos por cada peso que pone cada trabajador, más aportaciones especiales federales de fondos concursables.
En principio, se tenía la proyección de que el fondo soportaría cerca de 15 años, pero se incrementó su viabilidad.
“Nuestros salarios son relativamente bajos en un contexto de las universidades públicas estatales, nuestra jubilación en sí es muy buena porque garantiza la misma percepción que estando en activo. Es decir, la pensión que da el Seguro Social, la Universidad la complementa de tal forma que el salario base sea el mismo”, explica.
Y aunque, como lo detalla el rector de la UAA, se dejan de recibir algunas prestaciones propias de la actividad, a cambio no se pagan impuestos.
Un esquema, plantea Avelar González, que cuando menos les ha permitido no caer en el déficit financiero que ya afecta directamente a otras instituciones de enseñanza superior.
En ese sentido, José Manuel Piña Gutiérrez, rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco ( UJAT) subraya que con la implementación de un nuevo régimen de pensio- nes y jubilaciones, la institución ha dado garantías a sus académicos y administrativos.
Por eso, debe ser prioridad en las universidades públicas proponer reformas estructurales que permitan hacer frente a los pasivos en pensiones y jubilaciones.
“La reforma al sistema de pensiones de la UJAT implica ahorros en los flujos de egresos, por lo que disminuyen los déficits actuariales, dando certeza a los empleados de una pensión digna y segura”, precisa.
Y en ese esquema, es parte fundamental que los recursos financieros se manejen con transparencia, como en el caso de la UJAT, a través de un fondo de pensiones.
Esto, para incentivar la estabilidad económica de la institución y crear certidumbre en la fuente de empleo.
“La UJAT paga un bono de permanencia a los trabajadores académicos y administrativos de confianza, que por incorporación de la edad biológica deciden permanecer de manera voluntaria como trabajadores activos de la generación en transición”, explica.
Piña Gutiérrez asevera que con la implementación de este modelo, se ha privilegiado también, el sentido de solidaridad social que caracteriza a la UJAT.
Sin embargo, reconoce el rector de la UJAT, el problema de las pensiones y jubilaciones de las universidades públicas, está lejos de resolverse si se interrumpe la inversión que se ha venido ejerciendo en los últimos años.
“Estoy consciente de que se requieren reformas de segunda generación al sistema de pensiones, fundamentalmente para los trabajadores administrativos sindicalizados y para la generación en transición de trabajadores académicos y administrativos de confianza”, apunta.
Sólo de este modo se podrá, argumenta, modificar esa proyección que ahora deja al menos a 14 de las 34 universidades públicas estatales sin fondos para pagar pensiones de sus extrabajadores.