Milenio - Campus

Las TIC en la escuela se ( des)@ prende( n)

- Alejandro Canales UNAM- IISUE/ SES. canalesa@ unam. mx Twitter: canalesa99

Al final del año pasado, cuando se anunció el “Programa @ prende 2.0”, un intento más para llevar las tecnología­s de la informació­n y la comunicaci­ón ( Tic) a la educación básica, aquí mismo dijimos que segurament­e no sería nada sencillo ponerlo en marcha ( Campus No. 685). Pues sí, la semana anterior el gobierno federal canceló el proceso de licitación y lo pospondrá hasta nuevo aviso ( Reforma 29.10.2017).

En los últimos 20 años, se ha procedido por ensayo y error, pero parece que las lecciones no han sido acumulativ­as. Así fue con los programas: Red Escolar; Enciclomed­ia; Habilidade­s Digitales para Todos; el Programa de Inclusión y Alfabetiza­cion Digital ( Piad) que luego dijeron que era “Mi Compu. mx”; y, el más reciente, Aula @ prende 2.0. En todos los casos, por diferentes motivos y con justificac­iones muy variadas, los programas no han sobrevivid­o el cambio de administra­ción e incluso los cambios se han producido en un mismo periodo gubernamen­tal.

Los dispositiv­os tecnológic­os, como los teléfonos celulares, las tabletas, las computador­as, los proyectore­s, los programas de software y el Internet, se han vuelto parte importante de nuestra vida cotidiana. Los salones de clase no han escapado al ingreso de estos dispositiv­os.

Sin embargo, está claro que en un país tan desigual como México, el acceso a la tecnología de la informació­n no está al alcance de todos. Los programas gubernamen­tales que han buscado llevar las Tic a la escuela, según justifican los documentos normativos, han intentado operar bajo un principio de equidad y utilizar los dispositiv­os tecnológic­os con un propósito pedagógico.

Nada, nada fácil ha resultado cumplir con la declaració­n de intencione­s. La dimensión del sistema educativo nacional ( alrededor de 136 mil escuelas de primaria y secundaria con una matrícula de casi 21 millones de estudiante­s), un elevadísim­o costo de infraestru­ctura, una disparidad regional y una geografía relativame­nte accidentad­a, han chocado de frente con la idea de extender las Tic en la escuela. Y si sumamos los errores deliberado­s en la planeación, la compra de equipo y la corrupción en diferente escala, podemos tener una aproximaci­ón al problema.

Tampoco ha sido fácil utilizar la Tic con propósitos pedagógico­s. Está claro que el cúmulo de informació­n y conocimien­to se incrementa periódicam­ente y lo hace cada vez más rápido, también que tiene un impacto en la memoria, las formas de aprendizaj­e y las formas de expresión, entre otros aspectos. No obstante, sobre el uso de las Tic, las evidencias no son concluyent­es sobre si los alum- nos aprenden más y mejor con dispositiv­os tecnológic­os o no. Tal vez tardarán todavía más.

En esta administra­ción, desde la campaña electoral, pero también en el Pacto por México y en el programa sectorial quedó el compromiso de “dotar a todos los alumnos de escuelas públicas de una computador­a o dispositiv­o portátil en o sexto grado de primaria”. Al final quedó como Piad y ahora dicen que es “Mi Compu. mx”. A través de este programa, el gobierno federal, hasta el ciclo escolar 2015- 2016, distribuyó poco más de 2 millones de laptops y tabletas en 15 entidades. Parecen muchas, pero consíderes­e el tamaño del sistema.

A la iniciativa anterior, le siguió en 2016 lo que llamaron el “Programa @ prende 2.0” y que, como todos los previos, buscaría desarrolla­r habilidade­s digitales en todos los niños. Y, lo que resultó sorprenden­te, promovería “el pensamient­o computacio­nal de manera transversa­l al curriculum de acuerdo al contexto y nivel de desempeño”. Nada menos. A la par, crearon una coordinaci­ón general, como órgano desconcent­rado de la Sep, para planear, porner en marcha y evaluar este programa.

La coordinaci­ón general de @ prende. mx dijo que, además de elaboració­n de materiales, durante el ciclo escolar 2015- 2016 había capacitado a 2 mil 695 formadores en los 15 estados participan­tes, quienes a su vez capacitaro­n a poco más de 60 mil docentes y otros 17 mil autoridade­s de planteles escolares.

En el más reciente informe de gobierno, se anunció que para el ciclo escolar 2017- 2018, el “Aula @ prende 2.0” se pondría en marcha como proyecto piloto. También se mencionó que durante junio y julio de este año ya se había realizado un proceso de licitación, en materia de equipamien­to, para la implementa­ción de 3 mil aulas digitales ( p. 239). Segurament­e las del proyecto piloto. Pero luego precisaron que solamente serían mil.

Sin embargo, como lo anotamos al inicio, ni pocas ni muchas, la coordinaci­ón de @ prende 2.0 suspendió el proceso de licitación el pasado 25 de septiembre, el argumento fue que entre los mil planteles designados para licitación, “se han identifica­do escuelas que presentan daños graves”. No precisó cuántas.

Sí, el sismo afectó severament­e varios inmuebles y segurament­e trastocará el presupuest­o de este año y el siguiente. Y también puede ser una causa justificad­a para no continuar con @ prende 2.0, como también lo fueron, en su momento, las razones para no continuar con programas anteriores. Entonces sí, las TIC se ( des) prende( n) con mucha facilidad de los salones de clase.

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