LA POSVERDAD, FORMA DE COMUNICACIÓN EN FAVOR DE INTERESES Y EMOCIONES
UAM
La revolución de las comunicaciones ha colocado a las personas en una inédita y compleja paradoja, pues no obstante el acceso a un gran cúmulo de información carecen de tiempo para discernir cómo aprovecharla y están expuestas a la post- verdad, una forma de comunicación que deja de lado la razón, los hechos fácticos y la objetividad en favor de intereses y emociones.
John Keane, catedrático de la Universidad de Sidney, Australia, explicó que esta modalidad de comunicación que “nos aleja del mundo de los productos visuales, orales e impresos tradicionales como la prensa, la radio y la televisión colapsa el tiempo y el espacio”.
Hay actos mediáticos en tiempo real al otro lado del mundo a los que es posible acceder, pero es su lado oscuro, la postverdad, a la que debe prestarse atención, pues está muy arraigada en el campo del periodismo y es opuesta a la realidad, a los hechos y a la objetividad.
En la conferencia La post- verdad y la revolución de las comunicaciones digitales, realizada en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana ( UAM), el antropólogo perfiló cuatro aspectos de ese fenómeno: mentir, algo que hacen políticos y figuras públicas; decir basura para destruir la verdad; generar distractores por medio de bromas y exageraciones, a veces frente a periodistas para tratar de evadir e ignorar las preguntas.
El cuarto es el silencio, que siempre está presente en la comunicación, pues en coincidencia con Ortega y Gasset, el investigador afirmó que no debe pensarse en aquél como el fin de la comunicación, ya que cada forma de información trae intrínsecamente silencios o cosas que no se dicen.
La pos verdad es una forma de persuasión en el campo de la política, pues en el afán de controlar a la gente, los políticos y otras figuras públicas que la practican crean confusión y siembran la semilla de la incertidumbre.
Bromas y exageraciones también generan confusión