REGLA DE TRES
ENTRE QUEJAS Y AL
TERNATIVAS. Lo que se viene para muchas de las universidades públicas estatales, en materia de presupuesto para 2018, es de pronóstico reservado. No es tan álgido como en años anteriores, pero sí las obligará a realizar ajustes pertinentes para sobrellevar la insuficiencia de recursos públicos. También es cierto que el problema no es de igual magnitud en todas las instituciones educativas. Porque algunas sí están a punto de la quiebra financiera y otras pueden salir del problema sin mayores aspavientos. Y es que desde hace años, algunos rectores han optado más por la queja y la presión a nivel estatal y otros, sin parar el devenir académico de sus universidades, han buscado alternativas para no afectar la atención de miles de estudiantes en el nivel medio superior y superior.
UNA PROPUESTA. Lo de la Universidad Autónoma del Estado de México ( UAEM), debiera ser una actitud y un proyecto que se replique para evitar mayor impacto. Como lo plantea el rector de la institución, Alfredo Barrera Baca, es momento de una mayor disciplina, sacrificio y creatividad, así como de autocrítica y voluntad. Cierto que no se tendría por qué llegar a estos extremos, pero cuando la coyuntura y el factor de los desastres naturales, que nadie imaginaba ocurriría con esa envergadura, las pone en esa línea tan limitada, las universidades deben asumir entonces otras alternativas que no las frenen bajo ninguna circunstancia. Porque son ellas principalmente las que saben y entienden, que la educación superior en el país tiene que asumir estos retos con entereza y decisión.
EL OTRO EXTREMO. Y es que, en el otro extremo de las cosas, la Universidad Autónoma de Morelos ( UAEMor) solicita recursos extraordinarios para sanear sus finanzas, pero sin tomar en cuenta el entorno nacional y la emergencia provocada por los sismos del pasado mes de septiembre. Pretende cantidades que de por sí, en circunstancias normales, están alejadas de la realidad, y más cuando ya en otros años se le han inyectado montos para solventar el problema y parece no avanzarse en el tema. Menos cuando la austeridad no es ejemplo de las actuales autoridades de la universidad, encabezadas por el rector, Alejandro Vera Jiménez. Por eso la respuesta de la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública ( SEP) de postergar un rescate financiero de la UAEMor. Al menos por lo que resta del año y muy probablemente también para el próximo. Porque las prioridades son otras. Pero si en verdad se quiere contribuir a mejorar la situación presupuestal de la UAEMor, hay otros caminos como el ahorro interno que buena falta le hace no solo a esta, sino a muchas instituciones del país.
COMPLICADO PANO
RAMA. Otro caso es el de la Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo ( UMSNH), donde el rector, Medardo Serna González, advierte que tras la reunión sostenida con autoridades educativas federales, la semana pasada, aún no se tienen respuestas por parte de la Federación respecto a la petición de obtener más recursos y poder cerrar el año sin dificultades. Comenta que son seis universidades en problemas económicos críticos, todo ello sustentado en un estudio que ya fue entregado a la Subsecretaría de Educación Superior. Un problema que, reconoce el rector de la UMSNH, tiende a agudizarse por la resistencia de los sindicatos a solidarizarse con este entorno adverso. Porque las universidades públicas no cuentan con recursos para el pago de salarios para lo que requieren del subsidio público para cumplir con los compromisos. Y eso puede impactar aún más en la calidad que se ofrece en estas instituciones.
APOYO A LA UJAT. Un tercer caso es el de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco ( UJAT), la que también demanda recursos extraordinarios para mantener a tope sus políticas de calidad y sus tareas de investi- gación, difusión de la cultura y desarrollo de nuevas tecnologías, sobre todo para un tema como el de agua y el cambio climático que tanta falta le hacen al país, y en el que la UJAT ha puesto mucho énfasis en los últimos años, incluso con la creación de un centro dedicado especialmente a atender este problema. El rector de la UJAT, José Manuel Piña Gutiérrez, ya se reunió con autoridades educativas federales y ya se ha abocado a sostener encuentros con legisladores de distintas comisiones para intentar que la institución tenga una cantidad de recursos acorde con las necesidades. Calidad y empeño los ha demostrado, así que la petición va respaldada por una labor y una gestión que la ha posicionado en inmejorable lugar.
MÁS COMPLICACIO
NES. En la Universidad Autónoma de Zacatecas ( UAZ), el rector Antonio Guzmán Fernández advierte que no hay dinero para pagar los salarios de la institución. Todo depende de un adelanto de participaciones para salvar la quincena de este fin de mes. La única vía para cubrir los sueldos del personal, plantea, es que la Federación, mediante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ( SHCP), entregue 50 millones de pesos del presupuesto para el cierre de 2017. Lamentablemente, esta medida sólo servirá para el segundo pago de octubre y tendrá consecuencias negativas para la administración de la institución académica, pues descompensará los recursos destinados a las prestaciones de final de año. Por eso la urgencia de que el gobierno federal otorgue una bolsa extraordinaria a la universidad; de lo contrario, están en riesgo los ingresos de funcionarios, docentes y trabaja- dores administrativos y, por ende, la operatividad de la máxima casa de estudios. Veremos hasta dónde les alcanza a los rectores la negociación y el cabildeo para afrontar lo que viene. Aunque la apuesta mayor es el rescate financiero que tiene casi nulas posibilidades de darse, al menos en el corto plazo como lo han hecho ver las autoridades educativas.
ANÁLISIS A FONDO. Por cierto, sobre este y otro temas, se reunieron especialistas, rectores e investigadores en la Universidad Autónoma de Tlaxcala ( UATx), como parte del Segundo Coloquio Nacional sobre Modelos Educativos Universitarios, donde participaron instituciones como la Universidad Autónoma Metropolitana ( UAM), la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo ( UAEH) y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior ( ANUIES). Por allá estuvieron Salvador Alejandro Malo Álvarez, Director General de Educación Superior Universitaria de la SEP, quien dictó la conferencia “El estado de las prácticas de enseñanza– aprendizaje en México”, así como Néstor Quintero Rojas, Secretario Técnico de la Región Centro- Sur de la ANUIES, y el rector de la UATx, Rubén Reyes Córdoba. Otro de los ponentes fue Ángel Díaz Barriga, especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM). Ojalá que este tipo de eventos puedan dar una luz para enfrentar estos temas de insuficiencia presupuestal que tanto afectan al sistema educativo del país.
RECONOCER PRIVI
LEGIOS. A final de cuentas, la situación por la que atraviesan no solo estas seis universidades, es parte de un asunto que tarde o temprano se tendrá que reconocer abiertamente, tanto a nivel federal como en los estados, y que tiene que ver con el exceso de prerrogativas otorgadas a los sindicatos universitarios durante décadas. Ahora, retirar esos privilegios es lo que le podría retribuir mejores finanzas a las instituciones de educación superior del país. Es una situación financiera que ya para algunas es insostenible y en otras tiende a afectarlas en los próximos años. Hasta ahora los mecanismos implementados no han sido los adecuados y el déficit sigue creciendo de manera considerable. También los sindicatos han puesto su parte en todo este asunto, pero la gravedad del problema requiere medidas mucho más comprometidas.
SALVADOR ALEJANDRO
Malo Álvarez, director general de Educación Superior Universitaria de la SEP, dio conferencia en la UATx