EL DEBUT DE ANDY SERKIS
El actor, ahora detrás de las cámaras, lleva a la pantalla una tragedia llena de vida y amor
Una razón para vivir ( Breathe), el debut directoral del destacado actor Andy Serkis, evoca desde su premisa a La Teoría del Todo, la reconocida obra sobre la vida de Stephen Hawking. Pero desde un principio, se distingue y sostiene por su propio peso, logrando una película conmovedora y bien lograda.
Breathe está basada en la historia real de Robin Cavendish ( Andrew Garfield) y su esposa Diana ( Claire Foy), una joven pareja que al estar viviendo un tórrido romance, recibe una noticia que cambiará el rumbo de sus vidas: Robin ha sido diagnosticado con poliomielitis.
Esto significa que apenas a los 28 años, y con un bebé en camino, el joven estará atado a una cama y dependiendo de otros para alimentarse y cuidarse hasta que la enfermedad acabe con su salud.
Robin y Diana, quienes están acostumbrados a un ritmo de vida lleno de viajes y amistades, deben considerar lo que significa este repentino cambio. Diana, valiente y fuerte, está determinada a luchar por Robin y su hijo Jonathan. Robin, por su parte, cae en una depresión que evita que vea a su esposa y a su recién nacido.
Y es que Robin, un atleta nato, ahora no sólo está atado a una cama de hospital, sino que debe reaprender a hablar y expresarse. Con sus primeras gesticulaciones, pide a Bloggs y David ( Tom Hollander), gemelos y hermanos de Diana, que lo dejen morir. Pero ella tiene otros planes.
Contra las indicaciones del médico, ella aprende a realizar las actividades diarias de las enfermeras que atienden a Robin con el propósito de hacer lo mismo desde la comodidad de su casa. Así, con la ayuda de amigos y familiares, Robin y Diana regresan a casa, donde deben acostumbrarse a este nuevo estilo de vida y a los retos que ello implica.
Escrita por William Nicholson, Breathe tarda un tiempo en arrancar, deteniéndose en los detalles de la relación entre nuestros protagonistas. Pero una vez que lo hace, posee un gran ritmo, digno de un director que sabe a lo que juega.
Pese a ser en el fondo una conmovedora historia de amor, no se trata de una película manipuladora o llena de clichés. Al contrario, juega con el inminente peligro en el que está la vida de Robin dentro de la relación y la cotidianidad de la pareja y el mundo que los rodea.
Breathe está llena de vida y lecciones, tocando cada nota como una sinfonía. Serkis logra un gran debut, apoyado por un elenco destacado y con una gran química en pantalla.
Mención a parte merece la magnífica Claire Foy, que seguramente estará en la lista para los galardones como mejor actriz en la próxima época de premios.