INNOVACIÓN Y MAYOR PRESENCIA SOCIAL, EL OBJETIVO DE LUAM
El rector general de la Casa abierta al tiempo busca una universidad con más participación interna y una presencia renovada entorno público
La apuesta del rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana ( UAM), Eduardo Peñalosa Castro, apunta hacia posicionar a la institución en la sociedad, con una visión más sólida hacia el exterior. Sabe que esta casa de estudios requiere de una presencia renovada en el entorno público para consolidar ese reconocimiento que le da su actual participación plena en todos los sectores de la sociedad.
Y eso, argumenta el rector, devendrá en una presencia mucho más sólida de la UAM en el concierto y en el entorno de las universidades públicas del país.
Se trata, explica en entrevista para Campus, de avanzar hacia una universidad que incida en los problemas de su entorno. Una universidad transparente, cohesionada y con una fuerte presencia hacia la comunidad.
Ese es uno de los actuales retos y uno de los ejes en los cuales va a enfocar su gestión, que inició de manera oficial hace apenas unos meses.
“Aquí me quiero referir a las varias maneras en que yo vengo configurando la idea de la presencia; presencia de la UAM en el exterior, estos es, participar con otras universidades en la solución de problemas”, comenta.
Y es que, no hace muchos días, comenzó a trabajar de manera conjunta con la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional ( IPN) en proyectos de solución de problemas del país.
Plantea que se ha comenzado, junto con esas casas de estudio, a explorar caminos para el trabajo conjunto, “haciendo sinergia entre los miembros de nuestras comunidades pero haciendo esta sinergia con el fin de resolver problemas que aquejan a la zona metropolitana”.
La idea es ésa, añade el rector general de la UAM, quien es Doctor en Psicología Educativa y del Desarrollo por la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM), resolver problemas, porque ese fue uno de los puntos fundamentales que le dio origen a la institución.
Incluso, apunta, se ha abordado ya el tema del contexto político de 2018 y las implicaciones que puede generar esto en la asignación del presupuesto para el año próximo.
“Seguramente vamos a trabajar juntos en la consecución del presupuesto de 2018, esto hasta ahora no lo hemos hecho juntos, porque tenemos que orientarnos a estas alianzas, pero eso creo va a ser una cosa muy importante y esto lo vamos a hacer juntos y estamos reuniéndonos periódicamente para orientarnos de manera conjunta para enfrentar algunos retos que son muy importantes que nos afectan de manera común, como este del presupuesto”, dice.
“Sería sensacional poder lograr presupuestos multianuales, aunque es algo que se ha dicho mucho pero no se habido tiempo para llegar a ese nivel”, agrega Peñalosa Castro.
Es decir, “todo lo que tiene que ver con la participación hacia afuera es muy importante y eso es una de las cosas que vamos a abanderar y vamos a darle muy fuerte”, puntualiza.
Vinculación y mayor coordinación
Para el rector general de la UAM, quien ha publicado libros y artículos especializados en las áreas de cognición, aprendizaje complejo y educación mediada por tecnologías, la labor de la institución debe ser cercana no solo a las comunidades en las que se ubican los planteles de educación superior, sino también con las instituciones.
“Es una vinculación hacia afuera para tener un impacto social como resultado final, de eso es de lo que se trata; ése es uno de los ejes”, dice.
Y para ello, adelanta, se conformará un consejo consultivo, con la participación de docentes, investigadores, especialistas, quienes calibrarán de manera constante el verdadero impacto social que
puede generar la Autónoma Metropolitana.
Una labor en la que deben participar, de manera mucho más coordinada y compenetrada las cinco unidades de la UAM: Xochimilco, Iztapalapa, Azcapotzalco, Cuajimalpa y Lerma.
Porque de lo que se trata, apunta, es que cada una de las unidades se sume al diálogo, al análisis, que se practique efectivamente un verdadero trabajo como sistema y no como entes aislados unos de los otros.
Sin embargo, lograr que las unidades en su diversidad logren trabajar de manera conjunta para potenciar la vinculación con la zona metropolitana requiere de un gran esfuerzo.
“Éste es un punto muy clave en el tema de comunidad, hay que respetar las autonomías, porque así nacieron las unidades como entidades autónomas, con un rector cada una y si bien estamos trabajando con los rectores para ir hacia adelante, hay que respetar la idiosincrasia y el trabajo autónomo de cada una”, comenta.
Sin embargo, señala el rector general de la UAM, quien actualmente forma parte de los grupos de investigación en Creatividad Computacional de la Unidad Cuajimalpa, y Evaluación y Fomento del Desarrollo Cognitivo y el Aprendizaje Complejo, en el posgrado de la Facultad de Psicología de la UNAM, hay cosas que se pueden capitalizar de buena manera como la centralización, por ejemplo, para centralizar el trabajo.
“Por ejemplo, el uso de revistas censadas, nosotros tenemos acceso a revistas electrónicas especializadas en diversas temáticas que a los investigadores les interesan, pero si las contratamos en cinco unidades nos va a salir más caro.
“Estamos estudiando cosas donde podemos centralizar y dónde la universidad se beneficia de esta centralización, pero muchas de ellas las estamos respetando”, apunta.
Y es que la UAM, recuerda, nació con una idea de descentralización funcional y administrativa, y eso tiene que reflejarse también en no engordar la estructura y la nómina de la rectoría general.
“Lo que estamos haciendo ahora es un esfuerzo al revés, enviando a la gente a las unidades de donde vino y que además tiene una utilidad allá, estamos en eso, en desinflar esta estructura tan gruesa de la nómina”, plantea.
Pasos al frente
Otro de los retos, señala, es establecer y concretar algunos cambios en relación con la legislación, concretamente dos muy importantes que tienen que ver con la carrera académica.
“Pasa desde cómo ingresa un profesor, hasta cómo sale en términos de jubilación, y el otro punto muy importante es la desburocratización de la universidad que es de lo que más se necesita”, comenta.
Porque, advierte el rector general de la UAM, quien ha participado en el diseño y desarrollo de software y contenidos de aprendizaje interactivo para diversas organizaciones e instituciones educativas. Es momento de dar el siguiente paso en este proceso para darle una salida digna a esos profesores investigadores que han entregado toda su vida a la institución.
“Así es, totalmente, en la UAM tenemos la figura del profesor investigador, que es una figura muy exitosa, toda la gente de la UAM es muy buena, exitosa, pero el problema es que estos 3 mil 100 que somos el 10 por ciento ya tiene 70 años o más y esto hace que en algunos casos sea muy bueno, pero en otros casos empiece a fallar la calidad en la docencia y en la investigación. Entonces tenemos que encontrar una forma de jubilación que sea una salida digna”, asume.
Un retiro digno es lo que pretende la gestión de Peñalosa Castro, quien cuenta con el nombramiento de Investigador Nacional del Sistema Nacional de Investigadores, para lo cual ya se han tenido reuniones con profesores para abordar el tema.
“Hemos tenido reuniones de análisis de datos, primero de datos y luego iremos generando propuestas, en breve y es uno de los objetivos que tengo al final de mi gestión, que tengamos una forma de ofrecer una jubilación digna, que pase por muchas cosas”, apunta.
“A los profesores que les gusta mucho estar en la universidad, ¿ por qué cortarlos?, los que se quieren ir que se vayan, pero los que no, que pueden ser contratados con una figura específica que diseñemos para profesores e investigadores que les permita seguir por ejemplo en el sistema nacional de investigadores. Estamos en eso y este es uno de los compromisos que asumí desde un principio”, añade.
Avanzar en la transparencia
Para Peñalosa Castro, otro de los retos más relevantes que tiene hacia el frente en estos años por venir al frente de la rectoría general de la UAM, es el que tiene que ver con la transparencia.
“Yo soy un convencido y estoy casado con el concepto de transpa- rencia. En eso estamos trabajando porque hay una manera de ir fomentando las acciones”, dice.
Y es que en el tema de transparencia, reconoce, sí hay que remar a veces contra una corriente y una serie de inercias institucionales.
“Y no es que la gente sea opaca necesariamente o quiera el escenario opuesto, pero como que hay que abrir brecha, ofrecer opciones, tengo que formar un comité, vigilar su desempeño, generar en el Colegio Académico, con todos los académicos, una aprobación de este reglamento que tengo casi listo”, argumenta.
En fin, agrega, hay inercias institucionales contra las que hay que luchar, como ocurre en otras áreas también como la docencia.
“A mí me convence mucho la constatación de una serie de innovaciones en docencia, el uso de tecnologías y el uso de nuevas formas de metodologías diferentes para tener, pero también hay una inercia de cómo opera racionalmente un grupo de profesores que ya está cerca de los sesenta años en promedio y que hay que refrescar”, plantea.
Por eso, dice el rector general de la UAM, se debe ir contra estas inercias que, en ocasiones, se replican también hacia el exterior.
“Hay grupos que no están aquí necesariamente para lo que uno quiere, entonces hay que empezar por ahí, proponiendo, organizando y activando a la gente”, propone.
Y hacia allá va el camino para lograr una institución mucho más cohesionada, con más participación interna y una presencia renovada en el entorno público.
“Me la imagino como una universidad transparente y que además tiene un mayor reconocimiento que el actual con una participación plena en todos los sectores de la sociedad desde donde una institución pública puede participar. Vamos a trabajar muy duro para lograr un cambio”, apunta.
Se conformará un consejo consultivo, con la participación de especialistas que calibrarán de manera constante el impacto social de la Autónoma Metropolitana