BUSCAN UNIVERSIDADES IMPACTO EN INNOVACIÓN
Aunque los estudiantes cuentan con la capacitación y el talento necesarios para desarrollar proyectos, la falta de conocimiento
Ltrial y las principales figuras jurídicas de protección que existen en México.
Plantea que las patentes, los modelos de utilidad y los diseños industriales no son explotados por las instituciones de educación superior, a pesar de todas las ventajas que pueden generar.
En general, sostiene Ríos Martínez, México necesita impulsar la protección de las innovaciones o creaciones que se generan en las instituciones académicas y de investigación.
Y es que si la economía actual se basa en el conocimiento, comenta, esta se evalúa de acuerdo con el número de solicitudes de patentes que se ingresan por país.
“Aquí es donde las universidades deben acercar a sus comunidades a esta materia; todo, con el objeto de consolidar esta cultura en el país, que sea cada vez más común”, explica.
Por eso, comenta, uno de los objetivos institucionales del IMPI es precisamente que tanto las universidades, como las personas físicas o inventores independientes, crean en el sistema de propiedad industrial y utilicen sus servicios gratuitos en materia de asesoría.
“Aquellas personas que protegen sus invenciones, durante un tiempo determinado serán las únicas personas que podrán explotar las mismas”, explica.
“Esto asegura que durante el lapso que se mantenga el registro de propiedad, podrán obtener una compensación económica si así se desea; la cual será la base para generar un negocio o comercializar el bien tangible con otra empresa ya consolidada”, agrega el funcionario del IMPI.
En ese sentido, La Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM) es, en promedio, la institución de enseñanza superior que más contribuye a patentes obtenidas en los últimos años.
Juan Manuel Romero Ortega, titular de la Coordinación de Innovación y Desarrollo ( CID) de la propia UNAM, señala que en la última década, se han otorgado patentes a cerca de 40 por ciento de las solicitudes.
Con esto, poco a poco los científicos parecen cobrar mayor consciencia de que son una vía para poner el conocimiento a disposición de la sociedad.
Romero Ortega dice que las patentes finalmente son un indicador de innovación que se maneja a nivel mundial, además de que denota la voluntad de hacer llegar a la población los beneficios de la labor que realizan.
“Que crezca el número es positivo y congruente con la política interna, pero tenemos que incrementar el esfuerzo y los resultados”, apunta.
De acuerdo con el IMPI las patentes que solicitan las universidades públicas del país van desde productos médicos, veterinarios, de higiene, química orgánica, productos bioquímicos, así como innovaciones en el campo tecnológico de las telecomunicaciones, la ingeniería, la arquitectura, entre otros.
Para Romero Ortega, el asunto es más de difusión que de complejidad
Más de la mitad de solicitudes nacionales que se reciben en el IMPI, provienen de educación superior y centros de investigación
porque la solicitud de una patente no es tan difícil como pudiera pensarse y las universidades deben contribuir a desmitificar este proceso, además de apoyar a los investigadores durante todo el trámite.
“Que los investigadores se dediquen a desarrollar sus ideas, a darle sentido a su trabajo, y nuestra función es hacer tareas complementarias, relativas a la gestión y comercialización de las patentes”, detalla.
Avanza registro
Miguel Ángel Margáin González, director general del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial ( IMPI), dice que la propiedad industrial ha cobrado relevancia, debido a que la innovación, la tecnología y la competitividad son las vías de crecimiento y desarrollo económico a nivel global.
Por esto, es muy importante el trabajo que realizan las universidades e institutos de educación superior, al ser el semillero de los emprendedores e innovadores del país.
Se trata, considera, de apoyar e impulsar el conocimiento científico