MITIGACIÓN IO CLIMÁTICO
Combatir el avance de este proceso global
sistema climático es clara, y las emisiones antropógenas recientes de gases de efecto invernadero son las más altas de la historia. Los cambios climáticos recientes han tenido impactos generalizados en los sistemas humanos y naturales.
El calentamiento en el sistema climático es inequívoco, y desde la década de 1950 muchos de los cambios observados no han tenido precedentes en los últimos decenios a milenios. La atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido y el nivel del mar se ha elevado.
En la Cumbre de la Tierra de 1992, convocada por las Conferencias de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, llevada a cabo en la ciudad de Rio de Janeiro, con la participación de representantes de los gobiernos de 172 naciones, se aprobó la creación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático ( UNFCCC, por sus siglas en inglés). A través de las negociaciones anuales de las Partes que constituyen la Convención, en 1997 se logró la aprobación del Protocolo de Kioto, el primer instrumento con compromisos de mitigación de las emisiones de GEI, compromisos que entraron en vigor en febrero de 2005, una vez que la mayoría de constituyentes de la UNFCCC firmaron el Protocolo. En ese entonces el mayor emisor en términos absolutos de GEI, Estados Unidos, no ratificó el Protocolo.
Bajo el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas” solo 37 países industrializados y la Unión Europea adquirieron compromisos de reducción de emisiones de GEI en el período 20082012, contenidos en el Anexo I del Protocolo, en una magnitud igual al 5 por ciento en promedio, relación sus emisiones de 1990.
El objetivo central de la Convención en el tema de mitigación de las emisiones de GEI, con apoyo en las proyecciones en distintos escenarios de emisiones y su impacto en el calentamiento global, ha sido el de asegurar que las temperaturas medias del planeta no aumenten más de 2° centígrados hacia finales del presente siglo, meta considerada como el umbral crítico, más allá del cual los efectos del cambio climático podrían ser catastróficos.
Sin embargo, durante la vigencia del Protocolo de Kioto las emisiones aumentaron en magnitud significativa, en buena medida por la ausencia de compromisos de Estados Unidos y el trato diferenciado que excluyó a los países en desarrollo de compromisos de mitigación, en un periodo durante el cual China se convirtió en el mayor emisor de GEI en términos absolutos, y la India también incrementó de manera sustancial sus emisiones.
Ante ese escenario la Convención sustituyó el Protocolo por el Acuerdo de París, aprobado en la Conferencia de las Partes en 2015. Bajo el nuevo acuerdo los países adquieren compromisos voluntarios de reducción de emisiones a partir de 2020, compromisos conocidos como Contribuciones Previstas Determinadas a Nivel Nacional ( INDCs por sus siglas en inglés). En ese marco, todavía bajo la Administración de Barack Obama, Estados Unidos comprometió una reducción entre 26- 28 por ciento de sus emisiones tomando como base sus inventarios de 2008. Climate Change 2013: The Physical Science Basis.
Bajo el Acuerdo de París se estima que las emisiones, que en la actualidad se ubican entre las 52- 54 Giga Toneladas de CO2 equivalente ( Gte.) al año, podría ubicarse entre las 52- 57 Gte. hacia el año 2030., lo cual significa todavía una brecha aproximada de 14 Gte. para alcanzar un umbral de emisiones anuales compatible con la meta de no más de 2° de incremento de las temperaturas promedio del planeta hacia finales de siglo.
Por ello si bien la retirada de Gobierno de los Estados Unidos del Acuerdo de París afectará las metas de la Convención, por el abandono de compromisos en la reducción de emisiones, su mayor efecto negativo será el de la retirada de los recursos financieros que ese país había comprometido para el Fondo Verde Climático, 3 mil millones de dólares, para apoyar la mitigación y la adaptación en los países a los países menos desarrollados.
Aunque muchas empresas norteamericanas y muchas autoridades estatales y locales han reaccionado frente al anuncio de la retirada del Acuerdo por parte del Donald Trump, confirmando su compromiso continuar con políticas y medidas para reducir las emisiones, la posición del gobierno de los Estados Unidos seguirá siendo un obstáculo para combatir las causas del cambio climático y atenuar para las generaciones presentes y futuras sus severas consecuencias.