Lecciones e iniciaciones: mi reconocimiento a Rafael
Historiador de formación, Segovia fue el primer politólogo completo con que contamos en México; su estilo único es un legado
Mciencia política tal y como empezó a practicarse tras la postguerra. En cinco grandes tramos, según el plan del curso, nos puso al tanto de la naturaleza, métodos, temas, lenguaje y tendencias vigentes de la ciencia política. La lista de lecturas, ni corta ni larga. Veintiún libros sin paginación obligatoria asignada. Media docena, obligatorios. Era una combinación de literatura francesa y anglosajona, lo último en aquel momento. En la primera se contaban el libro clásico de M. Duverger sobre los partidos políticos, los estudios de J. B. Duroselle sobre los sondeos y encuestas en historia y en ciencia política, y el de J. Meynaud de introducción a la ciencia política. Entre los autores anglosajones aparecían el infaltable H. D. Lasswell sobre la ciencia política estadounidense, T. D. Weldon sobre el vocabulario de la política y R. Macridis sobre gobiernos comparados. Destacaba entre ellos S. M. Lipset y su Political Man, que descubrió Europa a la academia estadounidense, a través de estudios empíricos. Hacia el final del curso agregó dos más como obligatorios, Meynaud sobre