Consulta y consenso
Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la UAM, apunta una de ls medidas que va a impulsar para hacer más efectiva la vinculación con la sociedad tiene que ver con el consenso.
“Una de las primeras cuestiones que tengo pensada es ir a las unidades, escuchar, desde el principio dije que una de las cosas más importantes que tenemos que hacer es dialogar, escuchar, qué es lo que la comunidad, desde alumnos, personal administrativo, académico, qué es lo que tienen que decir, qué hay que tomar, qué recuperar para lograr esto”, dice.
De eso se trata, comenta, de tener ese acercamiento con la comunidad para que efectivamente puedan consolidarse esos polos de desarrollo, científico y cultural.
“Entonces acercarnos con las comunidades y ver, voy a poner un ejemplo, en Cuajimalpa cuando yo fui rector allá hicimos un esfuerzo para darle a los pobladores las herramientas y los recursos para que pudieran escribir narrativas y recuperar las historias de los barrios, de los pueblos, colonias, esa es otra de las cosas que me interesa recuperar.
“De esa manera creo que podemos tener esta relación muy cercana con la gente, la gente se beneficia, aprende cosas y aporta elementos, la comunidad interna es una, la externa es otra, queremos hacer concursos de fotografía, de pintura, de tal manera que los protagonistas sean estos pobladores que son los verdaderos creadores del contenido”, señala Peñalosa Castro.
Además, señala, tener presencia en los espacios de generación de conocimiento que existen, trabajar con otras instituciones, estar presentes en los espacios, foros, asociaciones de docencia, difusión de la cultura, que hay en el país.
“Se trata de tener esta participación, pero no por tener nombre sino porque es la obligación de una institución pública”, dice.
Todo ello, argumenta, sin descuidar la calidad académica que ofrece la institución.
“Este es un punto fundamental, estamos haciendo muchos trabajos, ya empezamos con uno que tiene que ver con evaluar las competencias de alumnos y profesores en el término de la digitalización y el aprendizaje virtual”, explica.
Es decir, cuáles son las actitudes, qué conocimientos, qué habilidades se tienen como alumnos, profesores y comunidad en el tema de la educación virtual por ejemplo.
“Vamos a evaluar primero, pero también al mismo tiempo estoy organizando grupos de expertos de la universidad y del exterior para que ayuden a pensar cómo hacer algunas innovaciones que ya necesitamos y que permitirían impactar en la cobertura de la matrícula que es tan necesaria en este país.
“Ya tengo una lista preliminar de especialistas, de responsables de esta comisión, integrada por internos y externos y empezaría a proponer cosas que tengan que ver en cómo hacer una educación no virtual, no completamente a distancia, pero sí mixta”, comenta.
Y si se logra, plantea Peñalosa Castro, que 70 por ciento de la matrícula y los espacios sean en la modalidad presencial y el restante 30 por ciento de manera virtual, se podrían abrir muchos espacios.
“Heredando cosas que hicimos en la unidad Cuajimalpa, trayéndonos algunos recursos de allá y pensando muy detenidamente en cómo podemos hacer en la UAM, que es una universidad joven pero altamente tradicional, este proceso y esto de los retos importantísimos y que es bueno recuperar, porque la innovación es fundamental”, señala.