CERRAR BRECHAS ENTRE UNIVERSIDADES PÚBLICAS ESTATALES
Se debe dignifi car el trabajo de las instituciones de educación superior públicas
El punto de partida de esta reflexión es la propuesta de la ANUIES para renovar la Educación Superior en México, en su documento titulado “Visión y acción 2030”, el cual considera cinco ejes temáticos interrelacionados: Gobernanza, Cobertura, Calidad, Responsabilidad Social y Financiamiento.
La gestión del cambio, que de por sí implica retos identificados por ANUIES, son potenciados al doble si consideramos una premisa importante: que no existe piso parejo en el conjunto de universidades públicas estatales y de las entidades de que son parte. Hay universidades que cuentan con altos presupuestos por la Federación y de sus gobiernos estatales, y otras que disponen presupuestos muy bajos.
Así, tenemos que las universidades que tienen alto presupuesto cuentan con posibilidades de alcanzar amplias coberturas de educación superior, como es el caso de la zona metropolitana de la Ciudad de México, que para el periodo 2016- 2017 alcanzaron el 99 por ciento.
En el otro extremo nos encontramos con entidades e instituciones que tienen la cobertura más baja, como es el caso de Oaxaca, con apenas el 19 por ciento, 15 puntos por debajo de la media de América Latina.
Esta brecha alcanza para el periodo 2017 una proporción de - 18.30 por ciento respecto al promedio nacional y ubica a Oaxaca como la entidad del país con la brecha más alta. Ello es resultado de una perspectiva centralista del modelo de desarrollo dominante que desalentó la inversión pública en entidades del sureste mexicano y que en consecuencia se refleja en un conjunto de rezagos históricos entre los que resalta la educación.
Es importante observar las brechas regionales a una escala más amplia, en el contexto de las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ( OCDE), de la cual nuestro país es integrante. En términos de la asignación del gasto público en educación superior como porcentaje del Producto Interno Bruto ( PIB), México se ubica como uno de los de menor asignación en inversión, con apenas .96 por ciento.
Por tanto, las brechas al interior de la República no hacen más que remarcar las brechas a escala global, lo que implica la necesidad de disponer de una política pública de compensación de rezagos para remontar los problemas acumulados entre regiones y entre ins- tituciones de educación superior.
El hecho es que los cinco ejes que identifica la propuesta de ANUIES, gobernanza, cobertura, calidad, responsabilidad social y certeza jurídica y presupuestal, se encuentran fuertemente articulados, y en términos de las brechas configuran un complejo nudo problemático.
Así podríamos hacer múltiples comparativos en la desagregación de indicadores para observar su diferenciación, tales como eficiencia terminal, tasa de absorción o tasa de abandono, en los cuales observamos que el Estado de Oaxaca se ubica en las escalas más bajas a nivel nacional, que implica, insisto, la necesidad de repensar los modelos, las políticas y presupuestos que han conducido al escenario que hoy coloca a nuestras instituciones en una situación de profunda crisis institucional.
Para comprender mejor el problema de las brechas en educación superior podemos concentrarnos en el caso puntual de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca ( UABJO), la cual recibe la proporción más alta de estudiantes de licenciatura a nivel estatal, del 23 por ciento; del 38 por ciento en especialidad; 20 por ciento en maestría y 12.6 por ciento en nivel de doctorado y que con todo en contra ha posicionado al 80 por ciento de su matricula inscrita en programas acreditados por su calidad, proporción similar a la media nacional.
De esta manera, la UABJO se posiciona como la institución más importante a nivel estatal que se ha comprometido con la evaluación de su calidad educativa, a tal grado que a nivel del Estado de Oaxaca es la que concentra al 78 por ciento de su matrícula en programas de calidad, reconocida por los Comités Interinstitucionales de la Educación Superior ( CIEES) y del Consejo para la Acreditación de la Educación Superior ( COPAES).
Esto lleva a plantear la exigencia de una política de piso parejo para todas las universidades públicas del país”
Sin embargo, el esfuerzo de evaluar y alcanzar indicadores de desempeño no es compensado por la asignación del presupuesto debido a que la UABJO es una de las instituciones de educación superior que ha recibido la inversión más baja en el conjunto de las universidades del país, de menos de 40 mil pesos por estudiante al año, incluso por debajo de la asignación que recibe el Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca ( SUNEO). Así, a las y los estudiantes de la UABJO les asignan menos del 40 por ciento de lo que reciben sus simulares de la UNAM.
Esto lleva a plantear la exigencia de una política de piso parejo para todas las universidades públicas del país, en donde no deben existir instituciones de primera ni de segunda, pues es en este segundo segmento donde se ubica la UABJO, la cual resiente de manera progresiva la presión de sus problemas de carácter estructural, recrudecidos por la tendencia de disminución del presupuesto hacia este sector, que se observa en los últimos tres años. El nudo problemático dificulta el cumplimiento cabal de la misión que es hacer valer el derecho a la educación superior en su carácter público.
De manera adicional, el conjunto de rezagos acumulados que amenazan la viabilidad institucional de la Universidad de Oaxaca tiene como corolario la fragilidad de su gobernanza, si consideramos que en nuestra institución se concentra una alta proporción, de casi el 60 por ciento, de plantilla no reconocida de trabajadores académicos y administrativos por parte de la Federación.
La fragilidad se muestra de manera sustantiva en la precariedad de los salarios y las movilizaciones sindicales de legítima defensa del trabajo por parte de diversas expresiones que coinciden en no dar pasos atrás en sus reivindicaciones laborales, pero que enfrentan una situación de contracción del presupuesto universitario.
Es urgente y necesaria una política de corresponsabilidad que respalde los compromisos y expectativas de la comunidad universitaria UABJO en la dignificación del ingreso y del trabajo, que asegure el cumplimiento del objetivo de brindar educación de calidad y ampliación de cobertura hacia los sectores socioeconómicos más desfavorecidos del Estado de Oaxaca.
La corresponsabilidad implica compromisos de las autoridades federales, estatales y de la propia Universidad para abatir las inequidades y desigualdades en el sentido que se ha trazado la comunidad UABJO, y una visión de Estado al más alto nivel para que las universidades públicas puedan posicionarse por su alta responsabilidad social en la agenda nacional.
Ello constituye un doble reto para el proyecto Visión y Acción 2030: atender las dimensiones estratégicas en lo general, y de manera interna, cerrar brechas entre las instituciones de educación superior, donde insisto y repito, no pueden existir universidades de primera ni de segunda. El desarrollo implica equidad, el desarrollo implica igualdad.
Como rector de la UABJO me sumo a la iniciativa del rector de la UAZ, de dignificar el trabajo de las universidades públicas estatales.
Agradezco al Honorable Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Zacatecas la oportunidad que me brinda de participar como invitado en esta sesión especial titulada “La universidad pública en la agenda de desarrollo nacional”.