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Las coalicione­s políticas y la agenda científi ca

- Alejandro Canales UNAM- IISUE/ SES. canalesa@ unam. mx Twitter: canalesa99

Al momento de escribir este texto todavía no se celebraba el tercer y último debate de los candidatos a la presidenci­a; precisamen­te el de la agenda social, donde se incluye la educación, la ciencia y la tecnología. Siempre, sin duda, resultan relevantes las posiciones públicas de los políticos en un contexto de incertidum­bre y de amplia exposición mediática. Ahí están los registros de nombres de políticos que se quedaron asociados indisolubl­emente a lo que dijeron o hicieron ante los reflectore­s en unos cuantos segundos, fue su momento de franca obnubilaci­ón o de plena lucidez.

Sin embargo, cuando faltan poco más de dos semanas para las elecciones, con independen­cia del evanescent­e episodio del debate, ya están relativame­nte claras las propuestas que los candidatos podrían poner en marcha en el área educativa y en el terreno científico y tecnológic­o. Aunque, en realidad, cuando menos en este último caso, no se debe tanto a lo que han dicho en campaña, lo cual ha sido prácticame­nte nulo en estos temas, sino más bien a lo que quedó anotado en sus plataforma­s electorale­s. Veamos algunos factores que sobresalen en esta elección.

Notemos una vez más una obviedad: los tres principale­s contendien­tes están propuestos por coalicione­s de partidos y no por un partido político único. Esto es relevante porque, al menos aparenteme­nte, las plataforma­s electorale­s concilian principios o posiciones ideológica­s de naturaleza distinta. La pregunta es si el vínculo se sostiene aunque se trate de temas altamente controvert­idos — como los dilemas éticos ante evidencias o avances científico­s— o qué línea política predominar­á.

Después de todo, en esta elección, están coaligados partidos que han sostenido posiciones ideológica­s aparenteme­nte antagónica­s. La coalición “Por México al Frente” ( PAN- PRD y MC), dice en su plataforma: “Los partidos políticos que integramos la Coalición no pretendemo­s mimetizarn­os, ni renunciar a nuestra historia y principios, es decir, a nuestra identidad como organizaci­ones políticas autónomas. Pero sí estamos dispuestos, ante la situación de urgencia que vive el país, a poner por delante aquello que nos une” ( pág. 4). Segurament­e sea lo que fuere.

Por su parte, la coalición “Juntos haremos historia” ( Morena, PES y PT), en su “Proyecto de Nación 2018 – 2024”, abre su apartado de educación, no con el grave problema de la desigualda­d educativa, la inocultabl­e realidad del rezago o la imperativa ampliación de oportunida­des educativas, como cabría esperar. No, sin más ni más, inicia con un amplio documento de justificac­ión de los beneficios que habría si se otorga autonomía a las institucio­nes de educación superior p a r t i - culares.

Si este contenido es el primero en aparición, revela lo que podría ser la prioridad del proyecto en el sector y acaso lo que coaliga a las fuerzas políticas que están agrupadas.

En esta contienda electoral, se ha dicho, la dinámica y coalición de fuerzas políticas se rige por un pragmatism­o pavoroso. Si asumimos que así es ¿ qué importanci­a tiene para los problemas de la ciencia y la tecnología? Pongamos por caso la baja inversión en el sector. Todas las plataforma­s electorale­s ( incluida la del folclórico e impresenta­ble candidato independie­nte) sostienen que se debe invertir más. No obstante, lo que estaría por resolverse es si el mayor esfuerzo debiera ser del sector público, del sector privado, de ambos y si fuera esto último en qué proporción participar­ían. ¿ Qué posición prevalecer­á o sostendrán?

Otro asunto es que en las plataforma­s electorale­s de las coalicione­s predominan las posiciones de los principale­s partidos que las proponen. Esto es, en la coalición “Por México al Frente” las propuestas de la plataforma son casi idénticas a las que también registró el PAN ante el Instituto Nacional Electoral, sólo que recortadas; en la de “Todos por México”, predominan los planteamie­ntos del PRI; y en la de “Juntos haremos historia” lo que es notable son los contenidos de Morena, los que aparecen en el “Proyecto de Nación 2018- 2014”. ¿ Esto quiere decir que, más bien, se impondrán los principios del partido principal o cómo?

Por último, también conviene destacar que, al menos por los contenidos que han pronunciad­o públicamen­te los candidatos, así como por la extensión y planteamie­ntos que aparecen en sus plataforma­s electorale­s, el tema de la ciencia y la tecnología no es de ninguna forma sobresalie­nte; tampoco se aprecian propuestas desagregad­as y precisas, menos un proyecto claro. Solamente atisbos de lo que podría ser.

Si el tema de la educación no es exactament­e una prioridad y lo ha acaparado principalm­ente la reforma educativa de esta administra­ción, el de la ciencia y la tecnología, en términos generales, es todavía menos sobresalie­nte.

En la próxima entrega veremos el detalle de lo que dijeron los candidatos a la presidenci­a y lo que está en la agenda de la ciencia y la tecnología. Pero hoy, como desde hace casi cuarenta años, lo que encabeza la lista es la inversión en el sector. En el Plan Global de Desarrollo de 1980 fue la primera vez que se planteó la meta de destinar el 1 por ciento del PIB para ciencia y tecnología.

“Las plataforma­s electorale­s concilian principios o posiciones ideológica­s de naturaleza distinta”

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