UN ERROR A TODAS LUCES.
La propuesta de eliminar los exámenes de admisión para ingresar a la educación superior, más allá del impacto mediático que pueda tener y el éxito que pueda generar entre ciertos sectores de la población que prefieren optar por la vía más fácil, no ha sido debatida a fondo, ni se le ha dado el espacio que se merece para entender que no es un asunto viable, ni académica, ni social ni económicamente. El debate a nivel local en torno a este planteamiento se ha comenzado a dar en algunos espacios para contrastar. Ocurrió apenas en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla ( BUAP), donde el aspirante al gobierno de ese estado por Morena, Luis Miguel Barbosa, insistió en quitar este requisito para que todos accedan a este nivel educativo. Por su parte el exrector de la BUAP, y aspirante por el PRI, Enrique Doger Guerrero comentó: “Es una posición populista, que suena bien, pero ¿ cómo haremos para admitir a más jóvenes en Medicina? Se requieren laboratorios, bibliotecas, aulas y maestros. Ampliar la matrícula es responsabilidad de la institución pero no eliminando los exámenes de admisión”.