LA DEFENSA A LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA SIGUE VIGENTE Y NOS UNE A TODOS
Graue Wiechers
El rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, aseguró que la defensa de la autonomía sigue siendo vigente y nos une a todos: “Autonomía que nos permite organizarnos y determinar nuestro rumbo y condiciones académicas; autonomía para enseñar, investigar y difundir la cultura; para administrarnos y elegir a nuestras autoridades; autonomía con la que la Universidad enfrenta los embates políticos y las injerencias externas a nuestra vida académica”, dijo.
Al encabezar la ceremonia conmemorativa del 50 aniversario del inicio del movimiento estudiantil de 1968, recordó la valiente defensa que el entonces rector, Javier Barros Sierra, hizo de la autonomía, “nuestro valor más caro”.
Graue aseveró que este día sirve también para tener presente el mensaje de Barros Sierra a los universitarios, cuando señaló que ese 30 de julio fue de luto para la Universidad Nacional y que su autonomía estaba amenazada gravemente.
El 30 de julio de hace 50 años, prosiguió, un bazucazo derribó la puerta de San Ildefonso e inició una sistemática represión de libertades y acciones contra la autonomía de las principales casas de estudio.
El movimiento del 68 comenzó con la incomprensión y rigidez de las estructuras sociales y guber- namentales; cuando los jóvenes sintieron la necesidad de libertad, de cambiar, de expresarse y aspirar a un mundo distinto.
San Ildefonso, añadió Graue, se convirtió en un bastión de estudiantes: la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional se declaró en paro, hicieron lo propio las escuelas vocacionales y la organización estudiantil se fortaleció en Ciudad Universitaria.
Sin embargo, sus peticiones no fueron escuchadas, por el contrario, se incrementaron los niveles de represión para disolver las manifestaciones callejeras.
“Entonces, la madrugada de ese 30 de julio, el Ejército mexicano, en un acto de desmesurada violencia, hizo volar en pedazos la puerta colonial de San Ildefonso e ingresó a ese histórico recinto deteniendo a sus ocupantes. El oficialismo de la época, en su insensibilidad, soberbia e incomprensión, calificó el acto como necesario y protector de la Universidad”.
El rector de la UNAM citó parte del mensaje en el que Barros Sierra exigió que la autonomía de esta casa de estudios fuera respetada por todos y pidió no ceder a provocaciones. “La Universidad es lo primero, permanezcamos unidos para defender, dentro y fuera de nuestra casa, las libertades de pensamiento, de reunión, de expresión, y la más cara: ¡ nuestra autonomía!”.
EN EL MOVIMIENTO del 68 los jóvenes sintieron la necesidad de libertad y de aspirar a un mundo distinto