En marcha el proyecto para ahorrar energía eléctrica en CUTonalá
La institución impulsa el programa Microedes virtuales, que utilizará energía fotovoltaica y un sistema de intercambio interno
Impulsar una conciencia ecológica y protectora del medio ambiente entre los alumnos tiene un efecto expansivo en las empresas y la sociedad. Por ello, se puso en marcha el proyecto de Microredes virtuales con energía fotovoltaica en el Centro Universitario de Tonalá ( CUTonalá), de la Universidad de Guadalajara ( UdeG), enfocado en el ahorro de energía eléctrica.
Este proyecto abarca la medición en tiempo real del consumo eléctrico y la creación de un mercado interno de compra venta de energía entre edificios del CUTonalá, con su moneda de cambio virtual, “los WATcoins”.
Así lo informó Alberto Coronado Mendoza, investigador e in- tegrante del cuerpo académico de Optimización de Sistemas Energéticos Basados en Energías Renovables del plantel.
Dijo que por lo pronto, ya se instalaron sensores para medir el consumo de energía y se propicia la producción de tecnología enfocada en el ahorro de energía por parte de alumnos de pregrado y posgrado, que trabajan en el diseño de proyectos enfocados en este propósito.
“Nos interesa que este tipo de proyectos no sólo tengan impacto en el centro universitario, sino que puedan ser adoptados por otros centros, instituciones y empresas”, dijo Coronado Mendoza.
En el proyecto, que está adherido al Programa Universitario Integral de Transición Energética, están involucrados seis académicos y cuatro estudiantes de CUTonalá, y apoya el Comité de Gestores energéticos.
El proyecto como etapa inicial incluyó, desde hace un mes, la instalación de 200 sensores en salas de junta, laboratorios y áreas administrativas, para medir en tiempo real la energía eléctrica que se consume.
“Al momento en que es encendido un aparato de aire acondicionado o una lámpara, por ejemplo, puede ser detectada la cantidad de energía gastada”, dijo el académico.
Hasta el momento hay cinco edificios monitoreados: el Instituto de Energías Renovables, la biblioteca, el área de Ciencias de la Salud, de Diseño de Artesanías, y de Nutrición. Los datos son analizados en el mismo plantel para establecer comparativos entre los edificios. El propósito es cubrir otros seis edificios el próximo año.
Los datos arrojados por los sensores son de tipo estadístico, y será inyectada la información sobre el consumo de energía por hora, en un programa con código matemático, de tal manera que podrá predecirse cuánta energía se consumirá en un día determinado con base en los consumos históricos. A partir del próximo ciclo escolar, que inicia en agosto, participarán alumnos en ese objetivo, destacó el investigador.
Podrá también calcularse la irradiación del sol, para determinar cuánta energía producirá el huerto solar instalado en el plantel, que cuenta con mil 560 paneles fotovoltaicos, suficientes para cubrir el 90 por ciento de la energía que consume el centro, de acuerdo con información de Sergio Humberto Graf Montero, director del Instituto de Energías Renovables del CUTonalá.
Se cuenta también con una red de distribución subterránea, la cual es inyectada con la energía que producen los paneles, y ésta se distribuye a todos los edificios, destacó Coronado Mendoza.
A cada edificio del CUTonalá le está asignando un inversor de los diez ya instalados. Toda la energía producida por cada uno de éstos y destinada a determinado edificio, es la que deberá consumir o menos, explicó.
La asignación de inversores a cada edificio podría concluir en este periodo vacacional de verano, que termina el 12 de agosto.
La universidad está interesada en que otras instituciones puedan adoptar este tipo de proyectos