UNA COSA ES LO INSTITUCIONAL.
Y es que, desde ahora, se lo puedo adelantar, en la forma de hacer política, gestionar recursos, proponer programas y políticas tendientes a mejorar la educación superior, las universidades, cosa que no debiera ser, se van a fragmentar. Por lo pronto se perciben dos visiones que van a determinar el rumbo en los meses por venir. Por un lado, la postura institucional, preservando las formas, que ha mantenido hasta ahora la Anuies, y que ha sido respaldado por la mayor parte de los rectores. En ese contexto ocurrió la reunión del actual Secretario Ejecutivo Nacional con quienes serán, al menos así se ha propuesto, las nuevas autoridades educativas del próximo sexenio. Buscar acuerdos, coincidencias, expresar críticas y no callar cuando hay observaciones a los planteamientos que quieren implementarse, eso es quizás lo más conveniente y debe conservarse a como dé lugar. La otra postura, la que han asumido algunos actores, es la del alineamiento incondicional, lo cual va a permitir una mayor injerencia en los asuntos de las universidades y pone en un riesgo mucho mayor esa autonomía que ha sido defendido a capa y espada durante décadas.