Universidades politécnicas y tecnológicas comparten impulso
Humberto Becerril Acoltzin, rector de la Universidad Tecnológica de Tlaxcala ( UTT), señala que el incremento de la matrícula en esta modalidad es reflejo del éxito que ha tenido el modelo educativo, basado en competencias y la asertividad laboral.
Hacia allá apunta el proyecto de la Coordinación General de Universidades Tecnológicas y Politécnicas, con un Modelo Mexicano de Formación Dual ( MMFD) que busca un mayor acercamiento con el sector productiva.
“Este modelo permite que el estudiante realice prácticas y desarrolle su formación académica en una empresa, según el sector productivo que demande este recurso humano”, detalla la Directora de Desarrollo y Fortalecimiento de la CGUTyP, Silvia Alejandra Guzmán Saldaña.
Para la funcionaria, este tipo de enseñanza fortalece la vocación de las universidades, ya que desde el inicio de su formación los alumnos ponen en práctica, dentro del sector productivo, los conocimientos adquiridos en su casa de estudios.
“La idea es implementar un modelo, una metodología que corresponda a las necesidades, sabemos que hay una importante participación del sector aeronáutico, del automotriz y la intención es justamente formar el recurso humano que demanda la industria”, expresa.
Hasta el momento, a nivel nacional se ha hecho la invitación para que las 117 universidades tecnológicas y las 62 politécnicas se sumen, con el fin de llegar a los más de 300 mil estudiantes que hay de este subsistema en el país.
Se trata de una iniciativa que se ha trabajado por años en la educación media superior mexicana; sin embargo, la iniciativa de implementarla en este nivel surge desde la Secretaría de Educación Pública ( SEP) con el apoyo del Consejo Coordinador Empresarial ( CCE), que firmaron un acuerdo.
En ese sentido deben entenderse los compromisos recién adquiridos por el próximo gobierno y el sector empresarial. Una plataforma a partir de la cual se fundamentan las pretensiones de inyectar recursos a este tipo de iniciativas.
Porque, como lo plantea Jesús Alberto Almaguer, director general del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales ( Conocer), muchas veces los planes de estudios de las carreras no están actualizados o están enfocados en ciertos puestos de trabajo.
“De acuerdo con Información del Foro Económico Mundial, 65 por ciento de los empleos que tendrán cuando concluyan sus estudios de licenciatura o posgrado quienes hoy están entrando al bachillerato, los desconocemos. Entonces, debemos apostarle al desarrollo de habilidades, conocimiento y aptitudes que permitan poder incorporarse a los puestos de trabajo que la economía requiera en México”, dice.
Por ello es necesario que todas las personas tengan una base sólida de conocimiento, así como de competencias básicas que sean transversales como conocimiento de ciencias, matemáticas y el dominio de la comunicación.
Y en ese sentido, comenta Alejandro Jaimes García, coordinador general de universidades tecnológicas y politécnicas, en estas instituciones ya se está realizando este proceso.
“Lo que hicimos fue quitar seis por ciento de las horas que los jóvenes dedican a su formación para que se dediquen a desarrollar competencias que la fuerza laboral nacional e internacional demanda”, detalla. Porque impulsar la educación científica y tecnológica, finaliza, ha potenciado el desarrollo económico y social del país.