AVENTURA EN LOS ALBORES DE LA HUMANIDAD
Con una peculiar producción sobre el tema del niño que busca convertirse en hombre, el director dirige una mirada a nuestro origen
Alfa ( Alpha) es una excepción a la regla. Cualquier regla de Hollywod que salga a la mente: se trata de una película sin imanes de taquilla pero con un presupuesto considerable; en un afán de dar legitimidad al proyecto, buscaron a una antropóloga de lingüística que creara un lenguaje inspirada en la época en que está situada; sus personajes hablan poco o nada, pero cada palabra y gesto, son significativos.
Todo ello sirve a la historia, todo eso nutre un producto destacadísimo, filmado con una estética prístina y notables actuaciones.
Escrita por Daniele Sebastian Wiedenhaupt a partir de una idea del propio director Albert Hughes, Alfa cuenta la historia de Keda ( Kodi SmitMcPhee), un joven durante la edad de hielo hace 20 mil años, que debe probar su valentía a su padre Tau ( Jóhannes Haukur Jóhannesson) durante una expedición para cazar a la” gran bestia”, antes de que el invierno cambie las circunstancias.
Se trata de una tradición que se realiza año con año y representa una especie ritual de paso para los más jóvenes. Tau espera que Keda lo suceda como el alfa del grupo, el líder al que todos respetan y siguen. Pero Rho ( Natassia Malthe) mamá de Keda, tiene miedo de la expedición. Tau sabe que el chico es más fuerte de lo que él mismo se sabe. Pero Rho le advierte: su corazón es su fortaleza, no su lanza.
Ya en la expedición, Keda lucha por estar a la altura de las expectativas de su padre, dubitativo cuando tiene que ser asertivo y sobre todo, reacio a tomar la vida de un animal. Tau sabe que ésas son las características de un líder, y que si se ha de ganar el respeto de su tribu y por ende, de él mismo, debe dejar de ser un niño para convertirse en un hombre.
Cuando llegan al terreno de la “gran bestia” ( simples bisontes), guiados ahí por las esculturas y tradiciones de sus ancestros, Keda cae por un acantilado cuando es perseguido por uno. La tribu da por muerto al joven y retoman su largo camino a casa. Pero Keda despierta, lastimado y solo, lejos de todo. Así, el joven comienza poco a poco planear su regreso.
En el transcurso, Keda se encuentra a un grupo de lobos que buscan cazarlo. En el ataque, logra lastimar al alfa del grupo. Mientras los otros se dan por vencidos, el lobo herido parece estar destinado a morir. Y cuando Keda está a punto de acabar con su vida, decide cuidarlo. Es así que comienza entre ambos una etapa de entendimiento y eventualmente, de amistad. Junto a Alfa, como nombra al lobo, debe emprender el camino a casa antes de que llegue la primera nevada.
Hughes no sólo hace énfasis en presentar una fotografía que resalta los espectaculares paisajes, sino que enaltezca la historia. El de Alfa y Keda es un viaje literal y metafórico, que no sólo es una reimaginación de lo que pudo ser la primera relación entre hombre y perro, sino al propio contexto de los orígenes de la humanidad.
Alfa es refrescantemente original y visualmente cautivante, sin duda una grata sorpresa dentro de la oferta de proyectos de Hollywood.
El viaje de Alfa y Keda es una reimaginación de lo que pudo ser la primera relación entre hombre
y perro”