ATENTOS A LA UNAM.
En ese sentido debe ponerse mucha atención a lo ocurrido, el pasado martes en la UNAM, cuando un grupo que se autodenominó porril se enfrentó con estudiantes que participaban en una manifestación. Como argumentan los que saben de estas lides y han sido parte de las mismas, cuando se trata de porros, nunca se atribuyen los desmanes ni se autonombran de ese modo. Las autoridades condenaron los hechos y pidieron castigar a los responsables. Lo que no queda muy en claro es la motivación de quienes agredieron y su procedencia. Esperemos que esto no sea la punta de lanza de un problema que escale a una crisis de ingobernabilidad que ponga en juego la estabilidad de las propias autoridades encabezadas por el rector Enrique Graue. Pretextos ya los tienen. Marchas y suspensiones de actividades hasta que se esclarezca lo ocurrido. Y como esas ya hemos visto muchas.