IMPOSIBLE NEGARLO.
La reciente designación de Adela Piña Bernal como Presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados es, contra lo que se diga, una señal de lo que viene no solo en el asunto de la reforma educativa, sino en todas las políticas que se van a implementar en el sector educativo. Porque más allá del conocimiento del tema que pueda tener, el tono en el discurso, es lo que genera preocupación. No es que sorprenda la resistencia y el rechazo de la dirigente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ( CNTE) a la reforma. Su discurso radical, sin argumentos más allá del ardid del neoliberalismo y la privatización educativa, es lo que cuesta entender y lo que realmente pone al descubierto que MORENA no apuesta al diálogo, al intercambio de ideas y a reconocer en los otros aciertos que pueden aportar más que la negativa a destruir esfuerzos tan nobles como la reforma educativa.