¿ Tercera y última?
Tuve la oportunidad de acompañar a los maestros de Fomento Musical y a estos 230 chicos en la grabación del disco. Por favor, lector querido imagine un momento, sólo un momento: la reunión de 200 menores de 15 años sin tener a la vista la supervisión de su familia. ¿ Se imaginó un recreo en forma? Es muy fácil hacerlo pero lo que sucedió en esa grabación fue totalmente distinto.
Es impresionante la capacidad de concentración que despierta en los chicos la posesión y el ejercicio de un instrumento musical. Al hacer entrevistas para un documental que realizó Televisión Educativa sobre la grabación de este disco inédito, el común denominador entre los miembros de la Orquesta y Coro fue el reconocer el grado de complejidad de lo que representa tocar para aparatos de sonido tan sensibles.
En el concierto ( aún en Bellas Artes) nos podemos equivocar pero nadie se da cuenta, aquí no; aquí todo tiene que salir perfecto, fue la apreciación común entre niños y niñas de 8 y 10 años. El disco realizado en el IMER se tenía contemplado grabarlo en cuatro días, ellos lo hicieron en tres. Su grado de profesionalismo es aliento de esperanza, fuerza que conmueve, pasión que cruza las montañas. Como dijeran los versos de “Nuestra casa es un país” compuestos por el poeta Eduardo Langangne para este proyecto: En las nubes no hay fronteras que dibujen nuestro mapa. porque la esperanza vuela encima de las murallas. […] Nuestra casa es un país que busca cada mañana en la paz vivir feliz Sabemos que el próximo titular de la SEP tiene una amplia experiencia en el tema de las Orquestas, reconoce y sabe del valor de ellas en la formación integral de los alumnos. Quizá, sólo quizá este proyecto de ser rescatado por la administración entrante pueda sobrevivir. El trabajo artístico lo hace la Secretaría de Cultura a través de Fomento Musical, pero al integrar al SEN este proyecto logra lo que desde años se viene buscando: cohesionar a la comunidad escolar. En este proyecto participan no sólo los alumnos también lo hacen los maestros y los padres de familia, todos tienen una participación artística, que mejor forma de impulsar la calidad y la equidad educativa que uniendo al país a través de su esencia musical.
Sin regateos ni ambages, la OyCMTM representa la magia viva del México profundo. Dejo esta pregunta para el porvenir: ¿ quién va a atender todos estos talentos? ¿ los dejaremos perder o los guiaremos en sus sueños para que fortalezcan nuestro país? Estos niños tienen un don que esperemos la cuarta transformación sepa reconocer.
LOS CHICOS, en su mayoría menores de 15 años, se han presentado ya dos veces en Bellas Artes